Confirmando un total de 3406 casos de los cuales se observan 127 fallecidos (una tasa de letalidad del 3,72%), el ministro de Salud por la ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, se pronunció al respecto de las últimas políticas mantenidas en el distrito que acumula cerca del 40% de los casos de coronavirus en la Argentina. 

“La curva de la ciudad de Buenos Aires está en un promedio de 180 o 200 casos por día, ese es el promedio que venimos teniendo en los últimos días”, partió por precisar Quirós. 

En esto informó que el aumento de casos se debe, en parte, al programa Detectar (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina), puesto en marcha el 5 de mayo último.

La intención es poder en una primera etapa testear a aquellas personas que cumplían con la definición de caso sospechoso y que vivan en dos de los barrios populares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Se comenzó con el Barrio 31 en la Ciudad, y la semana última el programa se amplió al barrio porteño 1-11-14. 

El barrio con más casos detectados, según lo informado por el Gobierno porteño, es el Barrio 31, donde existen 585 casos (sobre un total de 984 personas testeadas), al que le sigue el Barrio Padre Ricciardelli (conocido como la “Villa 1-11-14”), con otros 165 infectados (sobre 374 personas infectadas)

“Cada barrio tiene una necesidad diferente pero todos tienen mucha necesidad y el ministerio de Salud ha dispuesto la adaptación de todas las áreas del ministerio para poder acompañar en este momento tan difícil”, comentó en esta línea Quirós. 

Consultado sobre la posibilidad de dar marcha atrás en algunas de las “flexibilizaciones” realizadas esta última semana, algo que por caso ocurrió en Córdoba donde el Centro de Operaciones de Emergencias tomó la decisión al menos para la Capital, el funcionario no descartó ninguna decisión. 

“Estamos juntando los indicadores de rendimiento y tomando las decisiones en función de los datos el día jueves propondremos que creemos que hay que hacer en los próximos días”, comentó. 

En último término, se refirió al caso de la falta de acceso al agua en la Villa 31: “Por supuesto que la falta de agua es muy dolorosa y complica la situación”. 

“Hay un grupo de trabajadores del ministeriode Desarrollo Humano, del ministerio de Salud, de voluntarios de la Ciudad, del SAME, que caminan el barrio cuadra por cuadra, pasillo por pasillo, buscando, dialogando, construyendo esa confianza con el ciudadano”, cerró al respecto.