Estanislao Bachrach: “Salir de la rutina no te hace débil, sino humano”
Filo News dialogó con el autor de los best sellers Ágilmente y EnCambio, quien nos contó por qué decidió abrir su corazón a sus lectores y revelar una fascinante historia detrás de su identidad
Estanislao Bachrach presentó su último libro Random en la Feria del Libro en una conferencia que fue conducida por Horacio Cabak. Entre risas y anécdotas, Bachrach reveló qué lo motivó a querer hablar de su vida privada.
Filo News estuvo allí presente y dialogó con él a solas para entender qué tanto hay de realidad y de ficción tras una obra que está basada en su vida personal, donde a partir de un hecho, su vida cambió.
¿Qué es lo que te motivó a querer contar tu historia de vida saliendo del tipo de libros que solés hacer?
Primero es importante que se sepa que este fue mi primer libro, yo escribí este libro en el 2002, 2003. Lo que pasa es que tenía vergüenza de mostrar algo escrito de la ficción siendo biólogo. Creo que el éxito de esos dos libros anteriores (Ágilmente y EnCambio) me animó a publicar esto. También quería mostrar un poco un lado vulnerable, el lado del científico que va a laburar todos los días y le pasan cosas, como queÁgilmente y EnCambio me llevó a un lugar en el que yo jamás quise estar y la gente de repente me empezó a tomar como un referente de algo que no soy. Me sentía muy incómodo, y me parece que con este libro dije: “Pará, yo soy normal”.
En este libro estás abriendo tu corazón y contando tu historia de vida, ¿cómo te llevás con la crítica?
Bien, con la crítica me llevo re bien. El libro salió en septiembre con lo cual la mayor parte de las cosas de medios, ya las hice. Yo quería hacer esto porque es una historia personal. Aprendí por la educación de mis viejos que críticas va a haber siempre, no podés gustar a todos. Sí me impactó mucho los libreros que estaban un poco enojados conmigo porque los otros libros se habían vendido muy bien y me decían: “Seguí vendiendo autoayuda”, pero bueno tenía ganas de hacer esto. No se puede gustar a todos, es imposible.
En el libro hay un momento en que al personaje de Esteban le dan un diario de su abuelo y a partir de allí todo cambia. En la vida real vos tenés contacto con eso, ¿cómo describirías ese momento?
En realidad el libro es una mezcla. No hubo nunca un diario, sí hubo cartas de mi abuelo que mi padre guardó por muchos años y que yo las pude leer o hacer traducir. Estaba viviendo en Europa porque estaba estudiando ahí y poco a poco fui haciendo traducir las cartas que estaban en muchos idiomas distintos y me fui enterando, sin querer queriendo, de quién era mi abuelo. De eso se trata lo que cuento, pero siempre teniendo en cuenta que está muy ficcionado lo que estoy contando. Sí que mi abuelo era una persona muy misteriosa, sí que mi abuelo tuvo una historia antes de la guerra en Alemania, después vino a Argentina, y después prefiero que la gente fantasee qué es ficción y qué es realidad. No quiero contar todo eso.
Cuando contás en el libro tu historia mezclando realidad con ficción, ¿fue una manera de hacer terapia o cómo fue encontrarte con eso?
Fue una manera de hacer terapia en el 2002. Cuando lo escribí, yo estaba en Harvard, estaba en Boston, con mucho frío, tensión y la sensación de amenaza, de estrés de mucho laburo y me sentaba en un bar a escribir, jamás pensando en publicar o jamás pensando en que sea una novela, a modo terapéutico de contar las cosas que me estaban pasando y de repente levantaba los ojos y decía: “Este debe ser un nazi” y me imaginaba cualquier historia y ahí apareció. Lo escribí en dos bares, en los lugares estratégicos de Boston.
¿Qué diferencias encontrás entre el Estanislao anterior, el que vivía en el exterior, y el de hoy?
Gigante. El anterior, primero soltero, sin hijos; ahora tengo una familia. Al anterior lo veo con muchísimo estrés, muchísimo deber ser, “lo hago por mis padres que quieren que yo sea científico”, muchísima sobreexigencia sin pensar un poco en cómo me sentía, sino en lo que tenía que hacer y lo tenía que hacer bien. Hoy es exactamente lo opuesto, es buscar lo que me gusta, en dónde quiero estar, de pequeños momentos que en realidad son los grandes momentos.
¿Te considerás una persona exitosa?
Me considero exitosa en el sentido que hago lo que me gusta. Eso para mí es tener cierto éxito. Después si eso que me gusta a mí, lo hago y a otros les gusta, bien pero en ningún momento lo hago por los demás. Esto de escribir es un acto absolutamente egoísta. A mí me divierte, me gusta, lo tomo como un desafío, me relajo y si le gusta a la gente, mejor, pero no vivo de esto, no necesito que se venda para llevar la comida a mi casa. Realmente siento eso como éxito, encontré lo que me encanta hacer y lo disfruto.
En alguna oportunidad te escuché decir que sentías que estabas más del lado artístico, del escritor, que del biólogo. ¿Es así?
Sí, soy un artista frustado. En realidad, trato de meterle un poco de arte a lo que hago desde escribir, desde dar charlas, desde poder prepararme para dar cursos. Bah, frustrado no, porque yo había estudiado teatro de chico, me gusta mucho la música, siempre me gustó el deporte. Ahora estoy relacionándome con el arte o el deporte, ya a una edad que no podría ser un gran artista o deportista, pero mezclé la biología con el arte.
Por último, ¿qué mensaje le darías a aquellas personas que les da miedo salir de la rutina o de romper con la zona de confort y lanzarse a lo que realmente les gusta?
Primero, que el miedo es normal. Salir de la zona de confort, de la rutina no te hace débil sino al revés, eso te hace humano. Después antes de tener o de lanzarse a hacer cualquier cosa, tener un grado de conocimiento fuerte para decir “realmente es lo que quiero hacer” y la gente a veces, está siguiendo mandatos o fantasías, entonces antes de largarse a cualquier lugar hay que hacer un trabajo de autoconocimiento de qué quiero, quién soy, cómo me siento, dónde quiero estar, con quién quiero estar. Eso es como mi gran consejo, primero un gran laburo de autoconocimiento y después animarse sabiendo que el proceso va a ser doloroso, va a doler, va a costar, salir no es sin dolor, pero no pasa nada.
De esta manera, Estanislao se animó a salir de su zona de confort al elegir no publicar un nuevo libro sobre neurociencia mezclado con autoayuda, donde tenía el éxito asegurado, sino correr sus límites de la esfera privada para exponer una historia de su intimidad y así cerrar un ciclo de su vida.
A veces, escribir puede ser la mejor manera para autoconocernos y entender quiénes somos. Estanislao, se puso a prueba y cerró aquella etapa de científico exitoso que vivía bajo el estrés del "deber ser" tras la historia prestada de su abuelo, una historia que marcó su vida para siempre en un antes y un después.