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Actualidad #España#málaga#El rescate de julen

El rescate de Julen: recién mañana podrían llegar al niño atrapado en un pozo

Ya perforaron 52 metros de un túnel paralelo, pero la dureza del terreno sigue retrasando los trabajos. Una vez finalizada esa galería vertical serán necesarias otras 33 horas para acceder al pozo donde cayó el nene.

El rescate de Julen: recién mañana podrían llegar al niño atrapado en un pozo
El rescate de Julen

En la sierra de Totalán, en Málaga, los rescatistas no han dejado de luchar contra una montaña plagada de contratiempos. Trabajan a destajo para dar con Julen, el niño de 2 años que el domingo pasado cayó a un pozo mientras pasaba un día de campo junto a su familia en esa zona.

Este último sábado, horas antes de que la perforadora iniciara los trabajos de perforación de un túnel paralelo, los geólogos hicieron una nueva medición y comprobaron que, a cuatro metros de profundidad, el terreno se endurecía hasta 200 veces más que en la superficie, y se cambió la ubicación al lado opuesto, dentro del cráter excavado a 23 metros de profundidad.

La perforación comenzó a las 13.45 horas y al principio fue mejor de lo previsto. En apenas siete horas, la máquina llegó a una cota de -22 metros, alcanzando, en algunos tramos, un ritmo de 4 metros por hora. Sin embargo, a partir de esa profundidad, comenzó una auténtica odisea que Ángel García Vidal, que es delegado en Málaga del Colegio de Ingenieros de Caminos y coordinador del equipo que asesora a la Guardia Civil, define así: "Pasamos de una zona dura, a otra todavía más dura". Fuentes del operativo abundaron en el concepto: "La dureza del terreno se mide de 0 a 9. Hemos tenido varios tramos de 8".

  • El ritmo que antes había sido de 4 metros por hora pasó de repente a un metro en cuatro horas.
A la izquierda el pozo en el que cayó Julen. A la derecha el túnel paralelo que perforan

"La dureza de la roca nos está retrasando, pero hay una parte buena: es más estable y segura para los mineros y también para el propio Julen. Estamos convencidos de que no se han producido nuevos desprendimientos de tierra sobre el niño".

Esa afirmación que hizo uno de los responsables del operativo fue respaldada también por Juan Carlos Romero, un experto geólogo que dirige el aula-museo de Geología de Málaga, y que conoce como pocos lo que los técnicos se están encontrando bajo sus pies.

El terreno en el que se desarrolla la operación de salvamento se conoce como complejo maláguide, que es propio de la provincia y que se caracteriza por una combinación de materiales heterogéneos: se entremezclan pizarras y esquistos (rocas metamórficas), más blandos, intercalados con niveles muy duros de grauwacas y diabasas (rocas subvolcánicas que se usaban antiguamente para los pavimentos y calzadas del siglo XIX). También hay, según el geólogo, filones de cuarzo lechoso (blanco), pero que no suelen tener un espesor superior a 10 o 15 centímetros. «Los paquetes más duros, de un metro, suelen ser de grauwacas o diabasas», detalla Romero.

300 rescatistas trabajan en busca de Julen

TRABAJAN CON LA ESPERANZA DE HALLARLO CON VIDA

El delegado del Colegio de Ingenieros de Minerías, Juan López Escobar, aseguró que “siguen con la ilusión de sacar con vida a Julen”, aunque, reconoce, que no es sencillo. El especialista ha destacado la labor de los mineros que participan en el rescate, que "son de élite, los mejores que tenemos”.

"No solo han intervenido en numerosos rescates, sino que también ensayan en una escombrera de Asturias".

"Es algo inmenso lo que hacen a tal profundidad y con los medios que tienen, trabajan agachados. Lo harán todo a mano o con la ayuda de picadores automáticos o lo que haga falta. Están perfectamente capacitados para resolverlo", precisó.