Fernando Altamirano, esposo de Lourdes Espíndola, la oficial que permanece internada con muerte cerebral tras ser baleada por un delincuente en Ituzaingó, habló para pedir que a los uniformados "no los sigan matando como perros".
El mismo día que Espíndola fue baleada, lo que le provocó la muerte cerebral, otra mujer policía fue asesinada en Glew.
Altamirano declaró que el jefe de la Policía Bonaerense, Fabián Perroni, "es un desubicado que solo vino a bardear".
"Yo lo único que le dije es '¿Así es como cuida su personal?' y saltó prepotente diciendo '¿Qué te pasa, pibe?'. Después me acerqué para pedirle disculpas y le quise entregar mi credencial; no me la quiso agarrar y me dijo que me comportara como un hombrecito", relató en declaraciones a Radio La Red.
En ese sentido, Altamirano sostuvo que "nadie se acercó al hospital", salvo el jefe de la Policía Bonaerense, aunque en ese aspecto aclaró: "Perroni no vino a contener a nuestra familia, solo vino a bardearme".
Altamirano, de 34 años, también pidió que "se haga justicia": "Quiero que (el asesino) me diga por qué hizo eso y que lo pague", afirmó.
"Quiero que esto no quede así no más, que todos mis compañeros tengan seguridad, que no salgamos a la calle y nos maten como perro. No se puede vivir así, las autoridades no nos escuchan", expresó el joven, al igual que su esposa, integrante de la Policía Bonaerense.