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El Papa Francisco presidió el Vía Crucis y sintió "vergüenza" por un mundo en guerra

El sumo pontífice se hizo presente en el Coliseo de Roma para la habitual ceremonia de Pascuas y le envió su mensaje al mundo
El Papa Francisco presidió el Vía Crucis y sintió "vergüenza" por un mundo en guerra
El Papa celebró el Vía Crucis en el Coliseo (Foto: Twitter @vaticannews_es)

En su habitual recorrido de Via Crucis, el Papa Francisco se hizo presente en el Anfiteatro Flavio para invocar a Jesús de Nazaret, tras repasar el calvario sufrido en su crucifixión: "Nuestra mirada está dirigida a ti, llena de vergüenza, arrepentimiento y esperanza", aseguró ante miles de fieles seguidores que lo acompañaron.

"Vergüenza porque nuestras generaciones están dejando a los jóvenes un mundo fracturado por las divisiones y las guerras; un mundo devorado por el egoísmo donde los jóvenes, los débiles, los enfermos y los ancianos son marginados", continuó el representante religioso, que acompañó el traslado de la cruz desde el Coliseo hacia el lugar donde se pronunció, cerca de la colina Palatino.

Francisco habló de "vergüenza" por el pueblo. Foto: Twitter @vaticannews_es

Más allá del comienzo de sus palabras, no todo fue negatividad al respecto y habló sobre la "esperanza" que "continúa inspirando, aún en la actualidad, a muchas personas y pueblos y que solo el bien puede derrotar al mal, solo el perdón puede abatir el rencor".

También recordó que, movidos por su fe, "muchos misioneros y misioneras continúan, aún hoy, retando a la adormecida conciencia de la humanidad arriesgando la vida para servir a los pobres, en los descartados, inmigrantes, invisibles, abusados, famélicos y presos".

El Papa habló frente a todos los presentes. Foto: Twitter @vaticannews_es

Entre las acciones más llamativas y sorprendentes del Vía Crucis, la cruz fue llevada por jóvenes de entre 16 y 27 años a lo largo de las catorce estaciones en las que se divide la narración de la Pasión, y también fue transportada por una familia de Siria o por dos monjas dominicas de Santa Catalina de Siena que escaparon de los yihadistas en Irak.