La candidata a senadora de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, visitó el viernes 6 de octubre el partido bonaerense de Quilmes, donde sostuvo que "no se le puede dar un cheque en blanco a un Gobierno con tan poca sensibilidad" y convocó a "ponerle un límite este 22 de octubre".
La ex presidenta asistió a la Biblioteca Isla Malvinas y luego se trasladó al Club Polideportivo Vecinal Solano, del barrio San Francisco Solano, donde pronunció un discurso que hizo eje en los aumentos de tarifas, alimentos y remedios, el endeudamiento y la posibilidad de una reforma laboral.
La postulante al Senado indicó que "la gente se defiende como puede" pero advirtió que "ante la pérdida de los puestos de trabajo y del poder adquisitivo, el aumento constante de precios de alimentos, de remedios, lo que queda es ponerle un límite al Gobierno este 22 de octubre, es necesario".
En este sentido, pidió que "esa mayoría que se manifestó el 13 de agosto en contra de las políticas de ajuste económico se exprese a través de Unidad Ciudadana como la fuerza con mayor capacidad para ponerle un límite al Gobierno" y afirmó que "no es soberbia, es simplemente mirar el resultado electoral".
La candidata por la provincia de Buenos Aires subrayó que "trabajo es lo que está pidiendo el país a lo largo y a lo ancho" y agregó: "Que los salarios vuelvan a estar más altos que la inflación, que alguien controle o ponga un programa de precios para los alimentos y los remedios, que no son un lujo".
"Nadie está pidiendo celulares, ni vacaciones, la gente pide trabajo, alimento y remedios. ¿Cómo puede ser que hayamos retrocedido tanto?", continuó la candidata, al tiempo que destacó que bajo su presidencia "la gente tenía trabajo y no tenía miedo a perderlo, los viejos tenían remedios".