Una vez más, la versión de los hechos acercan a Nahir Galarza, hasta ahora única acusada por la muerte del chico de 20 años, como la autora material del crimen. Más allá de su confesión en primera instancia, luego aseguró que lo hacía para encubrir a alguien, pero esta vez, los resultados balísticos vuelven a coincidir con la hipótesis policial
Según destacó la Dirección de Criminalística de la Policía de Entre Ríos, el primero de los disparos sobre Fernando Pastorizzo se lo efectuaron por la espalda con el arma apoyada y el segundo a 50 centímetros, para rematarlo cuando ya estaba en el piso. De acuerdo a ese estudio, el disparo que impactó fue por "contacto débil" sobre su buzo.
Sobre el primero de ellos, se remarcó que en la capucha quedaron registradas las marcas del proyectil y que el impacto generó un orificio de ingreso y otro de salida, y también le produjo la perforación de uno de sus pulmones. La información fue ratificada por el abogado Rubén Virué, que representa a Silvia Mantegazza, madre de la víctima.
En el caso de la bala que culminó con su vida, los expertos determinaron que fue de frente, desde un ángulo oblicuo y que le impactó en el medio del pecho, afectando el esófago. Virué estimó que para efectuar el disparo, la joven "tuvo que haberse agachado y estirado el brazo".
Los abogados Juan Carlos Peragallo y Sebastián Arrechea, que representan al padre de Fernando Pastorizzo, remarcan que el resultado del estudio "está clarito" y "no deja dudas", y al igual que su colega querellante, buscarán la pena máxima contra Nahir Galarza.
Por lo pronto, se informó que el próximo lunes 26 de febrero se continuarán las investigaciones y está previsto que se tomen las declaraciones testimoniales de los amigos de ambos jóvenes.