Ir al contenido
Logo
Actualidad #Lanús#Madre#puerta#hospital#mate#tren#accidente#fiscal#Casa#cementerio#Hermano#ferroviario#Desaparecida#15 años#7 de septiembre 2002#Enterrada#Nn#Sin identificación#16 cuadras#Una hora después

Buscaba a su hija desde hace 15 años: Estaba enterrada como NN a 16 cuadras de su casa

Se trata de Mariela Tasat, la adolescente de 14 años que desapareció el 7 de septiembre de 2002 y de la que nunca se supo más nada. Hasta hoy
Buscaba a su hija desde hace 15 años: Estaba enterrada como NN a 16 cuadras de su casa
La menor lucía así cuando desapareció, en 2002

El 7 de septiembre de 2002, Mariela Tasat se encontraba tomando mates en la puerta de su casa de Lanús junto a su hermano. Minutos después, éste decidió ingresar a la vivienda y para cuando su madre, Luisa Olivera, se dispuso a llamar a la adolescente para que entre también, ya había desaparecido.

15 años después, búsqueda desesperada y la muerte de su padre mediante, la joven Mariela -que hoy sería toda una mujer adulta- fue encontrada enterrada como NN (un cuerpo sin identificación) en un cementerio, a 16 cuadras de su casa.

En el momento de la desaparición, se barajó la posibilidad de un secuestro o de captación de menores para trata de personas. Sin embargo, nada de eso fue lo que sucedió. Aquel fatídico 7 de septiembre, Mariela sufrió un accidente en la estación de tren de Lanús, apenas una hora después de su desaparición.

Trasladada a un hospital vecinal y luego al hospital Fiorito de Avellaneda, la joven falleció dos días más tarde y, así como fue atendida sin identificación alguna, fue posteriormente enterrada.

Entonces, ¿cómo la encontraron? Simplemente, la fiscal Viviana Giorgi, a cargo de la UF1 N°1 de Lomas de Zamora, solicitó a los cementerios de la zona información sobre entierros que involucren a una nena de 14 años en aquella fecha, 

"Hace 15 años que la vengo buscando y no la podían encontrar. No la puedo velar, no tengo ni siquiera los huesitos", se lamentó Luisa. Es que sin el esfuerzo de esta mujer, Mariela seguiría siendo un cuerpo más sin nombre en aquel cementerio: habiendo recorrido villas, prostíbulos y hospitales, por fin pudo encontrar a su hija.