La víctima se dirigía a una consulta médica, pero en el trayecto fue interrumpida. Mientras caminaba por la calle del barrio de Belgrano, un par de ladrones se acercó y le elogiaron la piel. Acto seguido, "le tocaron la cara", explicó su yerno Mario Boskis, y la llevaron a su casa.
La familia de la mujer notó que no había asistido a la consulta médica y, desesperados, intentaron ponerse en contacto con ella. Pero al no poder localizarla a través del teléfono, fueron a su casa y encontraron una escena de terror.
"La casa estaba dada vuelta, totalmente destrozada", describió Boskis y agregó: "Ella estaba sentada en un sillón. No podía hablar, balbuceaba".
Después del ataque, la mujer fue internada y su familia asegura que no recuerda nada: "En ningún momento supo que había sido asaltada".