Julieta Silva fue condenada por la Justicia este lunes 3 de septiembre a tres años y nueve meses bajo el cargo de "homicidio culposo agravado" por atropellar a su novio, el rugbier Genaro Fortunato.
El episodio sucedió el 9 de setiembre de 2017 en las afueras del local "Mona Bar" en San Rafael, provincia de Mendoza. Previo al juicio final, la mujer enunció su versión de los hechos e incluso lloró.
"La última vez que me golpea, él se despega del auto haciéndose para atrás, cómo dejándome ir. Y esa fue la última vez que lo vi", relató Silva.
"Hice como 150 metros, un poco más, y me arrepentí de haberlo dejado y quise volver. Y tenía en mi mochila su celular. Hice una U y volví... Sentí que había pisado un pozo y seguí", continuó.
En este sentido, Silva prosiguió con su declaración. "Vi que venía cruzando un chico en diagonal, por el medio de la calle, hacia mí".
"Cuando llegué un poco más de cerca de él, me di cuenta de que era el de la playa de estacionamiento. Me hace una seña, me levanta la mano, yo agarré mi mochila porque pensé que me quería cobrar. Bajé la ventanilla y me dijo 'lo aplastaste'", concluyó.