Un 22 de febrero de 2012 se registraba en la Estación Terminal de Once la tercera tragedia ferroviaria más importante del país, con un saldo de 52 fallecidos (entre los que se cuentan a una mujer embarazada de 6 meses) y 789 heridas.
A partir de allí comenzó un largo periplo que los familiares de las víctimas atravesaron unidos. Dos juicios que concluyeron con condenas a los responsables y una conclusión: la tragedia se podría haber evitado si se prestaba atención al estado de los trenes de la línea Sarmiento.
La causa judicial tuvo a Federico Delgado como fiscal a cargo, con Claudio Bonadio como juez. Como de costumbre con el fallecido magistrado, no estuvo exento de polémicas: Delgado lo acusó de "querer apropiarse la causa".
Durante el proceso donde se intentó determinar el estado de los frenos del tren Chapa 16, cinco de los seis peritos -Raúl Díaz, Néstor Luzuriaga, Horacio Faggiani, Alejandro Leonetti y Julio Pastine- concluyeron que el mecanismo funcionaba.
La disiencia la marcó Juan Brito, para quien el maquinista, Marcos Córdoba, se quedó sin poder de freno. Bonadio tomó las conclusiones de Brito, absolvió a Córdoba y procesó por falso testimonio a los otros cinco. Más tarde, esas decisiones serían anuladas, el motorman condenado y los peritos absueltos.
El juicio oral de Once I comenzó en marzo de 2014, lo llevó adelante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2, integrado por los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Alberto Tassara y Jorge Luciano Gorini.
Durante el proceso fueron juzgadas las responsabilidades en el choque del tren y además si hubo administración fraudulenta de parte de la empresa y los funcionarios gubernamentales.
Se dictó sentencia el 29 de diciembre y fueron condenadas 21 personas. Las conclusiones fueron que el tren estaba en mal estado porque los fondos que el Estado giraba a la empresa TBA se utilizaba para otras cuestiones y que el motorman desarrolló su trabajo de forma negligente, lo que le costó la vida a 52 personas.
A lo largo del juicio, el único acusado por estrago culposo fue el maquinista, condición que no corrió, por ejemplo, para Julio De Vido.
Entre los condenados del primer juicio están Sergio Cirigliano, presidente de TBA, a 9 años de prisión; Ricardo Jaime, ex secretario de Transporte de la Nación, a 8 años; Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte la momento del accidente, a 8 años.
Más de dos años después, en 2018, la Cámara de Casación Penal confirmó el fallo de primera instancia pero redujo las penas. Así, los nombrados previamente pasaron a tener 7 años, 5 años y 6 meses y 7 años de prisión respectivamente.
En octubre, cuando el tribunal de Casación rechazó los recursos de apelación a la Corte Suprema, los condenados fueron arrestados. Córdoba, Schiavi, Cirigliano y más de una decena fueron llevados a la cárcel. Jaime ya estaba preso pero por otra causa.
En septiembre de 2020, la Corte Suprema rechazó los recursos que las defensas habían presentado y de esa forma quedaron confirmadas las condenas sin posibilidad de apelación.
El segundo juicio oral, conocido como Once II, comenzó en 2017 y tuvo como acusados al ex ministro de Planificación, Julio De Vido y Gustavo Simeonoff, a cargo de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (UNIREN).
Fue por esta causa que De Vido, quien entonces era diputado nacional, fue desaforado por 176 votos positivos en la Cámara Baja. Se lo juzgó por su responsabilidad en las muertes y la administración fraudulenta.
En octubre de 2018 el ex funcionario kirchnerista fue condenado a cinco años y ocho meses de prisión, pero solo fue hallado culpable de administración fraudulenta. A De Vido nunca lo hallaron responsable de la muerte de las 52 personas y no estuvo preso por esta causa.
Consultados para esta nota, los abogados defensores coinciden en que el caso se desarrolló con una celeridad impropia de la Justicia argentina. Valeria Corbacho, abogada del maquinista del tren consideró que "en términos generales se respetaron todas las garantías"'
Corbacho considera que la acusación sobre Córdoba es 'contradictoria': "Terminan poniendo sobre sus espaldas todo un sistema ferroviario devastado. No estaba devastado por cuestiones plausibles, estaba devastado por la codicia, corrupción, cuestiones injustificables", dijo a Filo.News.
Córdoba fue beneficiado con la libertad condicional a finales de septiembre del 2020, por orden del juez del Tribunal Oral Federal Nro 2, Jorge Gorini. El maquinista vio reducida su condena por "estímulo educativo", sumado a su buena conducta adentro de los muros de la cárcel de Marcos Paz.
En tanto, Gabriel Palmeiro, abogado de Julio De Vido consideró al caso Once como "a primera causa de marcado lawfare en Argentina". Para él, el primer juicio de la tragedia "proyectó sus consecuencias sobre el segundo juicio”.
“En el segundo juicio se nos privó de convocar a testigos, de ampliar a determinadas personas porque ya habían sido desarrolladas en el primer juicio”, dijo a Filo.News.