Luego, volvemos a la posición casi inicial, volcando la yerba mate a 45º y dejando un pequeño canal, en donde colocaremos el agua tibia (40º).  

¿Por qué es importante esto? Aunque muchos pasan de largo esta parte, este paso es fundamental en este proceso porque es lo que evita que la yerba se queme.

Como tercer paso, llega el turno de colocar la bombilla en el canal, bien al fondo. Luego cebamos con el agua del termo que debería ser agua potable y filtrada, a una temperatura de entre 75º y 80º.

"Es importante buscar un equilibrio entre el aroma en la nariz y el paladar, logrando un amargor atractivo en el mate", afirma Johan.

Ahora sí, ¡ya podés disfrutar de nuestra infusión nacional!  ¿Sabías que, según la tradición en Argentina, nunca se debe cambiar de cebador ni se debe mover la bombilla?

¿Otras curiosidades? "El primer mate se lo toma el cebador, y el segundo mate se le da al invitado especial de la ronda, luego se continua cebando como las agujas del reloj. Cuando no queremos más mates decimos 'Gracias'", explica la sommelier.