Si te dijera que la mayoría de los problemas de salud que se desarrollan en la adultez -aunque pueden aparecer antes- como la intolerancia al gluten, a la lactosa, la celiaquía, el colon irritable, el colesterol alto, se deben a la -mala- alimentación procesada industrialmente que consumimos todos los días y que venimos consumiendo desde chicos... ¿Me creerías?
"Desde niños consumimos cosas (no alimentos), que el organismo no reconoce, por lo que enloquece su química y nos produce un proceso muy dañino llamado inflamación crónica de bajo grado, responsable de muchas enfermedades que hoy padecemos, además de la obesidad en sus diferentes grados, cánceres, enfermedades autoinmunes y digestivas, diabetes, hipertensión, trastornos psiquiátricos y neurológicos", señala en diálogo con Filo News el doctor Marcelo Suárez (MN 73796), especialista en medicina interna y conductas saludables.
Es que "el patrón alimentario argentino dista mucho de ser sano", nos afirma la licenciada en nutrición Eva Henderson (MN 8805), y yo no podría estar más de acuerdo. Aunque te cueste creerlo estamos inmersos en una cultura que está muy mal educada en materia de alimentación.
"No se nos educa para comprender la importancia de nutrirnos con alimentos naturales, valorando lo que nos da la tierra, el trabajo de quien cultiva, el impacto que los alimentos tienen en la salud y en el ambiente", sostiene también Henderson.
Por el contrario, nos acostumbramos a consumir todos aquellos productos industrializados exhibidos en el supermercado y ahí nos enfrentamos a un gran problema, ¿por qué? porque “no deberían mirarse gaseosas, jugos y aguas saborizadas, llenas de colorantes, saborizantes, azúcares, edulcorantes químicos, latas (con disruptores hormonales y mucho sodio), galletitas dulces con azúcares, sodio, aditivos, y un largo etcétera", enumera la licenciada.
"El efecto amortiguador, el aporte y equilibrio nutritivo que ofrece la comida real, es imposible de obtener desde un producto creado por la industria", destaca Marcelo Suárez.
Entonces, ¿qué deberíamos hacer? "Cambiar las políticas educativas: la nutrición debería ser una materia obligatoria en los jardines, escuelas primarias y secundarias. También sería importante abordar la educación alimentaria como política pública", asegura Henderson.
Y como eso sería esperar demasiado o dormirnos en los laureles, hay que empezar por casa. "Evitá los alimentos procesados, no vayas al supermercado, anímate a cocinar nuevos alimentos como las legumbres y cereales integrales como el mijo, la quínoa, el arroz yamaní o basmati. Probá cada día nuevas verduras, sumá colores en tu plato. Hacete un tiempo para las compras y llena tu heladera y alacena con alimentos sanos", estos son simplemente algunos de los consejos que te podemos dar con la experta en nutrición para que empieces a cuidar tu cuerpo, y ¡ojo! lejos estamos de hablar vinculado esto con lo estético, la importancia de cuidarnos también -y más que nada- pasa por dentro.
"Empecemos a comprar o cultivar lo correcto y crear ambientes seguros en casa, de esa forma podríamos resolver un gran problema que no solo es orgánico e individual, sino que es también intelectual/cognitivo y colectivo", remarca Suárez.
¿Qué hábitos debemos cambiar?
Si te digo que todos -aunque es verdad- vas a considerar que es un montón y te vas a espantar, no vas a querer hacer ni un solo intento, por eso te propongo que empieces por el desayuno, esa comida del día que muchos se saltean y que debería ser la fundamental.
Nuestro desayuno tradicional suele estar compuesto por harinas refinadas, quesos ultraprocesados (el famoso queso crema no es más que un ultraprocesado lleno de aditivos), dulces llenos de azúcar o edulcorantes, galletas, barritas de cereal, y en la mayoría de los casos nunca se consumen frutas, semillas o frutos secos, alimentos que aportan un sinfín de sustancias fitoquímicas que son un verdadero escudo protector para nuestras células, protegiéndonos de los radicales libres y aportando fibra en abundancia, además de brindarnos mucha energía para comenzar el día, explica Henderson.
¿Un ejemplo? "Un desayuno crudo, fresco, crocante y que te guste. Lo primero porque es pura vida y crocante porque esta textura es placentera. El mío es un jugo verde de verduras y frutas. Con algo así salís de tu casa ganando 2 a 0. Después llegan los hidratos con una talita que puede ser de avena, de mijo o de cualquier harina sin gluten; talita que untamos con palta y un quesito de frutos secos o mermelada casera o pastita de nuez con mascabo. Todo esto es 100% naturaleza, no usamos paquetes, lo hacemos en un ratito y gastas lo que te sale un pote de tu queso light", comparte con Filo News Romina Saluzzo, mejor conocida en las redes sociales como la cocinera entusiasta.
¿Cómo lograr el cambio?
En los tiempos que corren se nos atemoriza con la falta de tiempo para todo y lo que siempre nos saca del paso son los alimentos semi elaborados, nos marean desde el mercado -a nosotros los consumidores- con artículos "falsos" que contienen etiquetas que te hacen creer que son saludables y eso no es cierto. Ahí caemos en una trampa de la cual no es que debemos escapar, ni siquiera debemos dejar que nos atrape.
Para todos aquellos que usan el tema del tiempo como excusa, Romina dice que eso "es un chisme viejo, que se sigue manteniendo porque la naturaleza no da plata y la industria si. La gente que cree y repite ese discurso nunca probó ni sostuvo este tipo de alimentación más de 15 días".
"El chip se cambia haciendo y confiando. Esto te pide tres cosas: entusiasmo, organización y repetir, porque la repetición crea fijación", señala Saluzzo, quien además afirma que: "Comer 100% naturaleza y casero es una revolución contra un sistema que te alimenta de mentiras creando fórmulas y productos caros con publicidad tristemente efectiva".
"Cocinar es un espacio muy creativo, quien no cocina o no le gusta la comida le está diciendo que no a la vida. Comer es vital, no es opcional" - Romina Saluzzo.
Simplemente hay que "acercarse a la cocina y cambiar procesados por naturaleza", para muchos no es ninguna pavada empezar con esto, y no importa si solo agregas verduras y frutas a lo que estás acostumbrado a consumir, o si sacas los lácteos de tu vida, o el comer animales, no importa si haces una de estas cosas o todas, porque cada una de estas acciones son gigantes y si o si cambian tu vida.
De todos modos hay algo fundamental que hay que tener -que ya mencionamos antes-: el entusiasmo, y en eso te ayuda la coci a través de sus maravillosos posteos. "Mi trabajo no es dar recetas, lo que yo hago es entusiasmar. Para que prueben y repitan. Para instalar hábitos de una manera simple y amorosa".
"Muchos no pueden creer este 'mundo'. Me cuentan sobre los cambios de ánimo, de auto aceptación, los cambios físicos, de salud, y la alegría de compartir con los que quieren la calidad que nos da la tierra", revela Romina respecto a los comentarios que recibe por parte de sus seguidores.
Esto se da "pasito a pasito" y después camina solo porque "una vez que empezás a cocinar y comer sano, el cuerpo lo pide".
Alimentos estrella según Romina Saluzzo
La palta, el quesito de girasol, la quinoa, un jugo de apio, manzana y limón, la papa al horno y una talita sin gluten crocante con semillas.