Podría llamarse Pulgarcito, ya que este teléfono tiene el tamaño de un dedo pulgar. Justo ahora que las pantallas pelean por ganarle espacio al marco, y que vienen cada vez más grandes, al punto que parecen tabletas, el Zanco T1 llega al mercado con sus modestos 4 centímetros y apenas 13 gramos de peso.
Así, se convierte en el celular más pequeño del mundo. No es un súper smartphone, claro: el Zanco trabaja con una conexión 2G que le permite mandar mensajes de texto y hacer llamadas. Nada más.
Si bien el equipo aún no está en el mercado, la empresa inició una campaña de crowfounding a través de Kickstarter para testear la posible demanda antes de ponerlo a la venta oficialmente.
Si tiene buena repercusión, su comercialización empezará en mayo de 2018 y podrá adquirirse por Internet desde cualquier lugar del mundo.
Su precio también es reducido y estará en torno a los 45 dólares (el precio internacional). En cambio su batería tendrá una larga duración: 3 días en reposo y 180 minutos de conversación.
Zanco podrá guardar hasta 300 contactos, 50 mensajes de texto y registrar las últimas 50 llamadas.
La idea es que la gente lo tenga como teléfono secundario, de trabajo o de emergencia, ya que la larga duración de la batería, y la posibilidad de guardarlo en cualquier lado, lo convierte en un excelente reaseguro para estar siempre localizable.
A pesar de su pequeño tamaño, tanto el Zanco, como sus competidores, hacen bastante ruido en el mercado y generan una importante polémica.
De las propias ventajas expuestas por sus defensores (básicamente el precio, el tamaño y la duración) nacen las críticas: su pequeñez, y el hecho de que apenas contengan metales, permite burlar las medidas de seguridad e introducirlos en las cárceles. Por esta razón, E-bay ya anunció que dejará de venderlos.