Ashley Schmeider y James Sissontardaron tres semanas en escalar la montaña más alta del mundo, en busca de un romántico desafío: casarse en el monte Everest. Sin embargo, ellos no fueron los únicos en cumplir un sueño sino que su fotógrafo también lo convirtió en realidad.
Charleton Churchill admitió que una de sus metas personales era fotografiar una boda en el Everest. Desde el 2011 deseó que esto sucediera ya que hasta el momento nunca se celebró un casamiento allí con los novios vistiendo los trajes tradicionales.
En 2015 tuvo una oportunidad. Una pareja había accedido a celebrar su unión en el emblemático relieve pero un terremoto en Nepal arruinó sus planes.
"No sabía si sería capaz de encontrar a otras personas dispuestas a casarse en el Everest", comentó Churchill
Tiempo después recibió una propuesta inesperada. Una joven le pidió su opinión acerca de dónde podría llevar a cabo una boda aventurera, nada tradicional. De modo que el fotógrafo no dudó en ofrecer su punto de vista.
La propuesta fue bien recibida por los novios, quienes a lo largo de un año estuvieron preparándose para planear el viaje. Dadas las bajas temperaturas y las extremas condiciones del paisaje, Churchill no podía demorarse mucho en tomar las fotografías ya que sus manos se congelaban al transcurrir algunos minutos luego de sacarse los guantes.
Una noche antes, la boda estuvo a punto de cancelarse ya que el novio tuvo serios problemas para respirar. Incluso necesitó de oxígeno para reestablecerse. Afortunadamente James se repuso y los preparativos siguieron adelante.
Así tuvieron una rápida, increíble y única celebración en la que Churchill también pudo hacer realidad su sueño. ¡Felicidades a la pareja!