Oleg Cricket es el seudónimo del joven de 25 años nacido en Siberia que no tiene el más mínimo miedo a las alturas y que cada día lleva más allá el deporte del urbex (exploración urbana).
Cricket decidió llevar adelante un oficio de locos: trepar hasta los edificios más altos del mundo y hacer fotos (varias de ellas selfies) que hacen que a uno, literalmente, le duela lo que está haciendo.
Sus acrobacias juntan adeptos, 513.000 seguidores en Instagram, y ha dado la vuelta al mundo con sus acrobacias. Entre sus selfies no aptas para los que no toleran las alturas, se encuentran grandes edificios en Dubai, Moscú, Francia, Hong Kong,
Comprobá que estás bien sentado y con los pies sobre el suelo, y mirá las locuras que hace este joven ruso: