Mañana en Mont-de-Marsan, al sur de Francia, está repleto de turistas, personas hablando, disfrutando de la belleza de ese país europeo cuando de repente un zumbido domina la escena, es un drone, pero rápido algo ocurre y desaparece. El Ejército francés ideó una novedosa solución para mantener la tranquilidad en los lugares públicos.
Pensarán que el nuevo desarrollo de las tropas francesas puede venir de la mano de la tecnología, como sensores, radares o armas. No, la nueva respuesta para combatir a los vehículos no tripulados viene del lado de la naturaleza: un escuadrón de águilas.
Los animales están entrenados para detener cualquier drone pequeño que esté volando a la vista, ellos serán los dueños del aire. Las cuatro águilas ya tienen nombre y como no podía ser de otra manera, se llaman como los reconocidos mosqueteros: D'Artagnan, Aramis, Athos y Porthos.
Eligieron este animal por sus cualidades físicas: tiene muy buena visión, localizan presas a 2 km de distancia, son grandes, tienen una contextura robusta, pueden alcanzar una velocidad lineal de 80 km/h o 160 km/h en picada.
Otros ejemplos en el mundo
La policía holandesa, pionera en este rubro, entrena desde 2015 águilas rapaces para derribar drones que pueden representar una amenaza para la defensa de este país.
Las águilas pueden atrapar drones de 2 a 4 kg. Esto representa el 75% de las posibles amenazas.
Las águilas fueron alimentadas desde los tres meses de vida en carcasas de drones. Rápidamente asimilaron a los drones con la comida. Ahora cuando atrapan uno son recompensadas con un pedazo de carne.
¿Pensás que estos animales pueden ser buena alternativa?