En el hemisferio oriental, se le da mucha importancia a la espiritualidad: hinduismo, budismo y cientos de otras religiones se practican diariamente. Incluso, se rinde culto a los dioses, muchas veces por temor a que desaten su ira con la humanidad; otras, esperando una recompensa. Esta vez, sucedió lo segundo. O al menos, eso creían...

En las islas Banggai, situadas en Indonesia, un humilde habitante se encontraba pescando cuando descubrió lo que, a su juicio, parecía un "ángel caído del cielo". Con cuidado, lo tomó y lo llevó a su hogar, en un pueblo cercano.

Sin embargo, este querubín era un poco distinto a lo que uno puede imaginarse: su piel de látex y sus considerables aberturas en lugares poco comunes, contrastaban con las alas y la aureola que, se supone, lucen estos seres.

Luego de que el asombroso descubrimiento se difundiera, la Policía llegó al pueblo para investigar la procedencia de este "enviado de los dioses" y, además, prevenir cualquier tipo de disturbios que podría desatar.

Para su sorpresa, los efectivos determinaron que no se trataba de ninguna divinidad sino de una muñeca inflable. Como el encuentro sucedió un día después de un eclipse solar -fenómeno natural al que los orientales le atribuyen poder espiritual-, se relacionaron ambos hechos y se concluyó que era un ángel.

“Oímos muchas historias, como que el ‘ángel caído’ estaba llorando cuando lo encontraron”, afirmó el jefe de la Policía local

Tanto es así, que esta pequeña mujer de plástico fue llevada al pueblo para ser vestida, rellenada y acomodada, con un velo en su rostro, bien "angelical". 

¡Parece que no hay mucha actividad sexual en Banggai!