El incendio fue desencadenado intencionalmente por los reclusos durante una pelea entre dos facciones. Un&nbsp;grupo de presos prendió fuego un colchón, lo arrojo al interior de una de las celdas donde había gente durmiendo&nbsp;y&nbsp;trabaron la puerta. 
Tres presos murieron calcinados en el Penal de Victoria (Entre Ríos) y&nbsp; fueron identificados como Matías Rodríguez (30); oriundo de Victoria; Marcelo Beber (31) y Justo Silva (53). Además cinco fueron trasladados al hospital con graves quemaduras, donde este viernes -en el Paraná-&nbsp;fallecieron dos de ellos, Vladimir Casco y Brian Alarcón, ambos de 20 años. 
Aún hay dos presos heridos, uno de ellos internado en un centro asistencial de Gualeguay y otro fuera de peligro en el hospital Fermín Salaberry, de Victoria.&nbsp; 
El gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, garantizó que "a los internos que provocaron el incendio les caerá todo el peso de la ley", y adelantó que desde el gobierno se intervendrá "para evitar que estos lamentables hechos se repitan." 
El fuego en la Unidad Penal N° 5 se inició a primera hora del jueves en los pabellones ubicados cerca del lavadero de la prisión, en el medio de una pelea entre dos grupos de presos de ese establecimiento, donde se encuentran alojados 150 internos. 
Bordet resaltó el accionar del Servicio Penitenciario, que "rápidamente intervino", y resaltó que la forma en la que se cometió el hecho fue "muy atroz y alevosa".&nbsp;"Hay que castigar severamente a los reclusos", dijo el gobernador, al asegurar que "en las imágenes se puede ver que no hay responsabilidad" de los efectivos penitenciarios.

Fuego en la Unidad Penal N° 5 ocasionado por una pelea entre reclusos de distintas facciones

Ocurri&oacute; en el Penal de Victoria, tres&nbsp;murieron calcinados, dos fallecieron en el hospital y hay otros heridos

Ascienden a 5 los muertos por el incendio en una cárcel de Entre Ríos

PELEA ENTRE RECLUSOS

Un motín con toma de rehenes se dio&nbsp;este viernes 5 de enero en una comisaría de la ciudad de Merlo, en la zona Oeste del Gran Buenos Aires. 
La revuelta comenzó en la madrugada del viernes en la Comisaría 3ª de Merlo, situada&nbsp;en Balbastro y Avenida San Martín, donde habría alrededor de 30 presos. 
 
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Según el relato de los familiares, todo comenzó con un conflicto entre los reclusos: uno le robó el celular a otro detenido y su compañero lo identificó. Supuestamente, entre seis u ocho presos atacaron al detenido, lo ataron y lo golpearon. 
Aproximadamente a las 4 de la mañana, llegó el mediador a la comisaría, y junto con los agentes que se encontraban en el lugar llevaron al detenido que había sido atacado a otra celda, donde le curaron las heridas.&nbsp; 
Sin embargo, ante el intento de terminar con el conflicto, los otros presos pusieron colchones frente a la celda donde lo habían apartado y amenazaron con prender fuego. 
La comisaria tiene celdas de 4 por 6 metros y lugar para 20 reclusos, sin embargo, hay una superpoblación de detenidos, como ocurre en varios lugares, y habría en el lugar alrededor de 30. Los reclusos denunciaban&nbsp;la mala situación en la que tienen que estar. 
Las personas que se encuentran presas allí pidieron ser trasladados a un penal. Después de que se normalizara la situación, comenzó el traslado de algunos reclusos. 
En el operativo participaron fuerzas del Grupo Especial Halcón, policías de otras dependencias y personal de bomberos local.

Un reh&eacute;n fue golpeado por otros reclusos y termin&oacute; con graves heridas. Tras el pedido de algunos detenidos, fueron trasladados a un penal

Motín y toma de rehenes en una comisaría de Merlo

SOCIEDAD

Personal del Servicio Penitenciario Bonaerense realizó una sorpresiva&nbsp;requisa donde se encontraron con facas, teléfonos celulares, cargadores y hasta macetas con marihuana. 
Los 65 agentes que estuvieron en el operativo realizado en la Unidad Penal número 42 de Florencio Varela secuestraron 38 elementos "punzantes", 137 teléfonos celulares, 100 cargadores y chips para celular, pastillas farmacológicas y tres plantas de marihuana. 
 
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Lo que llamó la atención fue el ingenio de los presos para poder transformar elementos de cocina o de limpieza en facas cortas o de punta larga. Inclusive, según las imágenes de TN, había elementos como bombillas de mate o lapiceras con puntas que podían poner en riesgo la vida de varios reclusos. 
Los celulares, en cambio, pueden ser ingresados, se cree, por intermedio de los familiares durante&nbsp;las visitas. Pero, lo que más sorprendió a los investigadores fueron las plantas de marihuana, que se encontraban en un cantero. 
La provincia de Buenos Aires cuenta con 55 unidades penitenciarias y más de 37.000 personas alojadas. En lo que va del año, en inspecciones en cárceles se secuestraron más de 12.000 celulares y cerca de 7.900 facas.

Facas, celulares y plantas de marihuana en un penal bonaerense |

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