Si había alguien que creía que con el triplete convertido ante España en el debut del Mundial había saciado su hambre goleadora, estaba muy equivocado. Apenas cuatro minutos de juego le bastaron a Cristiano Ronaldo para mostrarle al mundo que sigue encendido y va por más en Rusia.
En la apertura de la segunda fecha del Grupo B, el delantero del Real Madrid puso en ventaja a Portugal sobre Marruecos con un cabezazo tras un tiro de esquina y ya sumó su cuarto gol en dos partidos en la Copa del Mundo.
A pesar del 1 a 0, no la pasó bien el equipo luso frente a un seleccionado africano que cada vez que se acercó al área rival fue una amenaza y desperdició más de una oportunidad para -al menos- igualar la historia.
Marruecos mantuvo durante todo el segundo tiempo la misma decisión con la que arrancó el partido, yendo y yendo en busca de una victoria que le permitiera acomodarse en el grupo luego de la caída ante Irán en el debut. Sin embargo, a Portugal le alcanzó con apoyarse en su máxima figura, que no pudo encontrar el espacio para ampliar la ventaja pero volvió a ser el único que sostuvo la bandera de la ilusión portuguesa.
Cabezazo fulminante de Cristiano Ronaldo