Pareciera que el destino estuviese empeñado en ponerle palos en la rueda a Manuel Lanzini cada vez que el volante está a punto de afrontar una competencia con la camiseta de la Selección Argentina.
Esta mañana, a más de un argentino se le habrá amargado el desayuno con la noticia que llegó desde Barcelona y golpeó fuerte en el núcleo de la Selección Nacional: el volante se rompió los ligamentos y quedó afuera del Mundial de Rusia.
Sin embargo, no es la primera vez que al futbolista del West Ham se le ahogan las ilusiones en la puerta de un torneo con el conjunto nacional. El otro triste antecedente data del 2016, cuando Lanzini había sido convocado por Julio Olarticoechea para formar parte de la Selección Sub 23 en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
En un partido amistoso ante Colombia que sirvió de preparación para la mencionada cita olímpica, el mediocampista sufrió un esguince en la rodilla izquierda y tuvo que ser desafectado del plantel. En su lugar fue convocado Cristian Pavón, quien estaba anotado en la lista de reserva.
A un puñado de días para que se levante el telón en Rusia, Lanzini, que tenía grandes chances de ser titular para formar una sociedad ofensiva con Lionel Messi, se despidió de sus sueño mundialista.