Enzo Pérez volverá a jugar un Mundial. El futbolista de River se suma al plantel argentino para disputar el Mundial de Rusia por la lesión de Manuel Lanzini. El volante mendocino, nacido en 1986, ya disputó Brasil 2014 y tiene una dura historia de privaciones que no todos conocen. El jugador contó en una entrevista con El Gráfico cómo fue su niñez.
“Mi viejo es albañil y cuando conseguía algún trabajo me llevaba para que lo ayudara. Yo cavaba para hacer una viga, pintaba alguna puerta o retocaba una pared. Yo sé lo que es ganarse la plata en el día a día porque estuve en un techo con 40 grados de calor y con 5 bajo cero. He tenido que mojar el pan duro en agua o poner a secar el saquito de té para usarlo el día siguiente", relataba.
Enzo Pérez pasó por Estudiantes, Benfica, Valencia y hoy es una de las figuras de River. Su nombre es consecuencia del fanatismo de su padre por Enzo Francescoli.
"Sé qué es el hambre porque más de una vez me fui a dormir con la panza que me dolía, de lo vacía que estaba. La pasé jodida. No teníamos plata, y en casa no teníamos luz ni gas; mi vieja salía a pedir comida a panaderías y bares. Mi viejo hasta tuvo que vender la alianza de casamiento para darnos de comer. En esa época me puse muy mal y estuve dos semanas sin salir de mi casa por la vergüenza que sentía”, recordó Pérez en El Gráfico, palabras que hoy, en un presente que le sonríe, tienen más valor.