El debut de Colombia en el Mundial de Rusia fue para el olvido. Es que en menos de cinco minutos a José Pékerman se le quemaron todos los papeles, cuando Japón agarró mal parada a la defensa colombiana y sacó el máximo provecho de esa jugada: Carlos Sánchez desvió con un manotazo la pelota dentro del área que se iba derecho al gol y no solo vio la roja, sino que le permitió a conjunto nipón ponerse en ventaja a través de un penal ejecutado por Shinji Kagawa.
Penal y gol de Kagawa
Aturdido por todo lo que había ocurrido en su primer puñado de minutos en la Copa del Mundo, el equipo colombiano la siguió pasando mal en Saransk frente a un Japón que no se quedó conforme y siguió buscando estirar la diferencia en el marcador apoyándose en un buen manejo de la pelota y llevando peligro al área rival.
Sin embargo, con más empuje que juego, Colombia logró igualar la historia cerca del final de la primera etapa a través de los pies y la picardía de Juan Fernando Quintero, que ejecutó un tiro libre abajo del palo izquierdo del arquero Eiji Kawashima.
El tiro libre de Juan Fernando Quintero que puso el empate parcial
En la misma línea se mantuvo el segundo tiempo, con Japón aprovechando la superioridad numérica y provocándole dolores de cabeza a una Colombia que nunca pudo ordenarse y encontrar los caminos para enderezar su primer paso en Rusia.
A 15 minutos del final apareció Yuya Osako, quien con un cabezazo tras un tiro de esquina marcó el 2 a 1 definitivo y desató la fiesta japonesa.
Y vaya si tienen motivos para celebrar los asiáticos, que además de quedar en lo más alto del Grupo H, consiguieron su primer triunfo de la historia en un Mundial ante un equipo sudamericano.
Yuya Osako marcó el gol del triunfo