El Gobierno nacional evalúa una ampliación del período de sesiones extraordinarias del Congreso para comienzos de febrero, con el objetivo de retomar el tratamiento de iniciativas que quedaron pendientes tras el cierre del cronograma fijado para diciembre. La fecha que se analiza es el lunes 2 de febrero, luego de que quedara descartada cualquier posibilidad de actividad parlamentaria durante enero.

Entre los proyectos que el Ejecutivo busca reactivar se encuentran la reforma laboral y la iniciativa vinculada a glaciares, ambas incluidas en el temario que había sido enviado al Congreso cuando las sesiones extraordinarias estuvieron vigentes entre el 10 y el 30 de diciembre. Durante ese período, ninguna de las dos propuestas logró avanzar en el recinto.

En el caso de la reforma laboral, presentada como un esquema de “modernización laboral”, el oficialismo decidió postergar su tratamiento ante la falta de los votos necesarios para su aprobación. La iniciativa enfrenta resistencias por parte del sindicalismo y el Gobierno optó por abrir una nueva instancia de negociación política antes de llevarla al debate parlamentario.

De cara a febrero, el Ejecutivo apuesta a recomponer ese escenario. En ese marco, Bullrich aparece como una figura central en la estrategia legislativa, en su rol de jefa del bloque de senadores libertarios, con la tarea de avanzar en los acuerdos necesarios. Para ese trabajo contará con el respaldo de dirigentes del oficialismo como Diego Santilli y Eduardo “Lule” y Martín Menem, quienes ya participaron de negociaciones recientes, entre ellas las que permitieron el avance del Presupuesto 2026.

La eventual convocatoria para el 2 de febrero apunta principalmente a reabrir el debate sobre la reforma laboral, que el presidente Javier Milei considera una iniciativa central de su programa de gobierno. En el oficialismo sostienen que se trata de una herramienta clave para impulsar las contrataciones en el sector privado y profundizar la agenda económica de la administración nacional.

Por otra parte, la reforma del Código Penal no formará parte de una posible extensión de las sesiones extraordinarias. Desde el Gobierno explican que se trata de un proyecto de gran volumen y complejidad, cuyo análisis demandará varios meses de discusión parlamentaria y un tratamiento específico fuera del esquema de las extraordinarias.