Chile vive este domingo una jornada electoral clave, donde más de 15,7 millones de personas están habilitadas para votar en la segunda vuelta que definirá al próximo presidente del país entre el dirigente de derecha José Antonio Kast y la exministra de Trabajo Jeannette Jara, en un escenario marcado por la seguridad, la migración y el malestar social.
El balotaje llega tras una primera vuelta ajustada, celebrada el 16 de noviembre, en la que Jara —candidata de la coalición oficialista Unidad por Chile— obtuvo el primer lugar con el 26,85% de los votos, seguida de cerca por Kast, que alcanzó el 23,93%. Sin embargo, el reordenamiento del mapa político tras esa instancia favoreció al referente conservador, ya que los apoyos de otros candidatos con peso electoral quedaron más cerca de su agenda y empujaron su crecimiento en las encuestas.
Según un sondeo del Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo, Kast llegaría a la definición con una ventaja considerable, con una intención de voto del 61% frente al 39% de Jara.
La elección se desarrolla, además, con voto obligatorio, una variable que vuelve impredecible el comportamiento del electorado. A eso se suma un clima social atravesado por la preocupación por la inseguridad, dado que la tasa de homicidios pasó de 2,32 cada 100.000 habitantes en 2015 a 6,0 en 2024, un dato que se volvió central en la campaña. La cuestión migratoria también ocupa un lugar clave: los extranjeros representan cerca del 9% de la población del país.
Dos perfiles, dos modelos
Jeannette Jara, abogada de 51 años e integrante del Partido Comunista, fue ministra de Trabajo y Previsión Social durante el gobierno de Gabriel Boric. Su propuesta apunta a profundizar el rol del Estado, con iniciativas como el aumento del salario mínimo, el fortalecimiento de los derechos laborales y una mayor participación estatal en sectores estratégicos como el litio.
En materia de seguridad, planteó la modernización de las fuerzas policiales y la construcción de nuevas cárceles. También propuso un registro oficial para más de 330.000 migrantes en situación irregular y avaló la expulsión de quienes no se inscriban o cometan delitos. En el plano de derechos, anticipó su apoyo legislativo a la legalización del aborto hasta las 14 semanas.
José Antonio Kast, de 59 años, busca revancha tras haber perdido el balotaje de 2021 frente a Boric. Fundador del Partido Republicano, construyó su campaña sobre un discurso de orden, mano dura y control migratorio. Promete deportaciones masivas, cárceles de máxima seguridad y una política de tolerancia cero frente al delito.
Figura controvertida, su trayectoria política estuvo atravesada por polémicas vinculadas a su historia familiar y por posiciones conservadoras en temas como aborto, matrimonio igualitario y derechos reproductivos, que ya habían generado fuertes debates en elecciones anteriores.