Diego Simonet es sin dudas el máximo referente de la historia moderna de la Selección argentina de handball. A lo largo de su 15 años defendiendo la camiseta de "Los Gladiadores", el "Chino" fue parte de hitos históricos como la histórica clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y el 11° lugar en el Mundial de Egipto 2021. Ahora, tras 146 partidos oficiales y 454 goles, le puso punto final a su etapa con la celeste y blanca.

“Antes del 2011, el handball no era conocido para nada en Argentina. Muchas personas no sabían lo que era o lo comparaban con el fútbol pero con la mano y eso dolía. Creo que esta generación al clasificar cuatro veces a los Juegos Olímpicos, ganarle a selecciones europeas y pasar de ronda puso el deporte en boca de todos”, resaltó en una charla con Filo.news desde Francia.

Simonet, quien aún juega profesionalmente en Montpellier Handball, no se tomó descanso post retiro del seleccionado y puso la mira en un proyecto en el que trabaja hace tiempo: iDisko, una aplicación cuyo objetivo es unir a personas de todo el mundo a través de la música.

Su experiencia creando juegos de mesa (1812, Los Secretos de la Torre Eiffel y Olympikos) le dio impulso para dar este importante paso como empresario. “Me pareció genial la aplicación. Había cosas similares, pero no que aporten eso que yo estaba buscando. Lo hablé con mucha gente y la mayoría dijo que era buena idea. Dejé pasar un poco el tiempo, me informé sobre aplicaciones y durante tres años noté que no salía nada igual. Entonces, llegué a un momento donde dije quizás hacer un prototipo, probarla y proponerla a desarrolladores. Sabía que si yo no la hacía, me iba a arrepentir. Entonces, como ya perdí ese miedo de lanzarme a hacer proyectos, me lancé", enfatizó el jugador.

-¿Qué sensaciones tenés después de retirarte de la Selección argentina de handball?

-Cuando anuncié en voz alta que me retiraba fue la primera vez que que lo sentí. Ya lo venía pensando. Sabía que me quedaba un año más o dos como mucho, pero ya lo venía analizando. Nunca había llorado, nunca me había emocionado y, al decirlo, ahí caí en la ficha. Recontra contento de haber aportado durante 20 años. Fue algo muy familiar porque yo tenía a mis hermanos también en la selección y era algo que que nos unía un montón. Mis viejos se hacían todos los los viajes y era tema de conversación todo el tiempo en casa. Emocionado, para nada arrepentido y contento. Creo que era el momento y lo lógico también. A los casi 36 años, uno no puede hacer las dos cosas porque tiene que pensar en su cuerpo y su familia.

-¿Qué legado dejó la generación que, entre otros logros, clasificó a cuatro Juegos Olímpicos consecutivos?

-Antes del 2011, el handball no era conocido para nada en Argentina. Muchos no sabían lo que era o lo comparaban con el fútbol pero con la mano y eso dolía. Creo que esta generación puso en boca de todos a la selección al clasificar cuatro veces a los Juegos Olímpicos, ganarle a europeos y pasar de ronda. Personas o periodistas que no están en el ambiente siempre resaltan esas ganas que ponemos, cómo nos tiramos de cabeza por todas las pelotas y cómo nos defendemos. Creo que ese es el legado. Entregar todo, no tener miedo, querer competirle a todos los europeos y que te tengan respeto. Ese es el legado principal que dejamos y ojalá que se siga manteniendo.

-¿Se tomó conciencia de los logros conseguidos por Los Gladiadores a lo largo de estos años?

-Creo que que sabíamos que era un poco milagro esto de llegar cuatro veces a un Juego Olímpico y siempre ganándole esa plaza a Brasil, que era siempre más fuerte que Argentina y tiene jugadores en los mejores equipos del mundo. Teníamos un muy buen equipo, éramos conscientes de que podíamos ganarle y sabíamos de dónde veníamos. Quizás decir cuatro Juegos Olímpicos es demasiado para lo que lo que es la estructura del handball en Argentina. Y sí, creo que éramos conscientes y y y sabíamos, pero también éramos conscientes del equipo que teníamos y y creo que le hemos sacado provecho a a eso, ¿no? A a ese momento que estábamos viviendo todos los jugadores que supimos que nos teníamos que ir a a a Europa para para mantener un nivel, para tener, para llegar a a lograr eso que que queríamos con la selección.

Simonet culminó su ciclo en el seleccionado nacional después de 15 años. (Foto: Confederación Argentina de Handball)

-¿Qué momentos te marcaron a lo largo de todos estos años en la Seleccion? 

-El primer torneo en Medellín, que habíamos perdido la final contra Brasil. Fue mi primer torneo con la selección y sentí que me había partido el alma. Después, escuchar a Gonza Carou diciendo: 'Recordemos este momento, miremos cómo estamos, que la próxima que tengamos revancha, tenemos que acordarnos de esto y recordar lo que estamos sintiendo ahora'. Todo eso se mantuvo con el mismo grupo durante todos los años y creo que éramos también más que compañeros de equipo; éramos amigos y hasta hermanos. Se hicieron relaciones muy fuertes. Pero, en lo personal, quizás el momento más difícil fue perderme los Juegos Olímpicos de Río 2016. Yo me había enfocado en eso desde que me fui a jugar a Brasil en 2007/2008. Yo ya sabía que a Río íbamos a ir porque daban dos plazas. Y cuatro meses antes, me rompo la rodilla. Iba a jugar con mis dos hermanos también, lo que iba a ser algo muy importante para nosotros. Hice todo el proceso de recuperación; tenía miedo de no volver a mi nivel, de no volver a jugar un Juego Olímpico. Creo que todo ese proceso de ponerme a prueba, de clasificar nuevamente a otro Juego Olímpico, que fue en Lima, todo ese momento de superación y ese abrazo con mis hermanos en esa final, después de ganarle a Chile para la clasificación, fue el momento más importante de mi vida.

-En un momento dado te apodaron el "Messi del handball", ¿qué te generaba esa comparación?

-Al principio no me gustaba, la verdad, porque te ponía la vara recontra alta. Aparte, no lo sentía. Obviamente, hay mucha diferencia. Pero después entendí que era más tema de periodismo. Entonces, como que lo dejé pasar y me amigué digamos. Pero, obviamente, es un ídolo. Yo tuve la suerte de conocerlo y me ha mostrado la humildad que hay que tener, siendo el número uno del mundo.

-¿Cómo ves el handball actualmente a nivel rendimiento e infraestructura? ¿Has notado avances desde que debutaste hasta la actualidad?

-El handball ha crecido mucho; hay muchos más chicos jugando. Quizás lo mismo sucedió con las canchas: ya todas tienen parqué, o hasta piso de goma, cuando antes solo tres o cuatro tenían parqué. Obviamente, ha crecido la cantidad de jugadores. Hubo una evolución, creo que a nivel nacional, si bien mucho más en Buenos Aires. En ese sentido, sí hubo un crecimiento. Quizás uno pensaba que yendo a los Juegos Olímpicos, no solo iba a crecer desde ese lado, sino que la selección iba a aportar un poco más, iba a atraer más sponsors. Nosotros decíamos que cuando estuviéramos en un Juego Olímpico iban a llover las marcas de sponsors. En ese sentido, hay una especie de desilusión, ya que hoy en día las semanas internacionales no se pueden realizar porque no hay dinero. Siempre existe esa limitación. Desde ya, Argentina está muy lejos del nivel top del handball. También se suma que el nivel financiero no está tan bien. Esa es la desilusión que tenemos. Pero bueno, creo que el handball ha crecido y eso es lo que tenemos que celebrar nosotros los jugadores por haber aportado lo nuestro.

El "Chino" cerró su ciclo con un balance de 146 partidos oficiales y 454 goles. (Foto: Confederación Argentina de Handball)

-¿Qué crees que hace falta para dar un salto de calidad para lograr una regularidad consistente?

-Desde ya, creo que necesitamos que un equipo de jóvenes, de entre 16 y 20 años, se haga semiprofesional en Buenos Aires. Con buen biotipo de jugador, que estudien y que jueguen en la primera división de Buenos Aires, que es la FEMEBAL. Que les den dinero para poder comer, para que puedan estudiar; obviamente, el estudio también tiene que ser obligatorio. Esos jugadores tienen que entrenarse todos los días, doble turno, en algún lugar, con un entrenador de nivel, y que a los 17, 18, 19 años se puedan ir sí o sí a Europa o que se les consiga un buen club en Europa para seguir la carrera. Y ahí renovar todo el tiempo ese equipo. Esto para mí debe ser la base para poder mantener un nivel de Juego Olímpico, pasar de ronda en mundiales y poder ganarle a europeos. Y bueno, después, obviamente, se requiere todo un trabajo más de traer fondos para poder llegar a hacer una liga semiprofesional y que los jugadores puedan vivir del handball o tengan un trabajo, entrenen los dos días y que hagan buen espectáculo, que lo pasen por la televisión en Argentina. Pero primero creo que la base es eso: crear un equipo de buenos jóvenes que vayan a rendir en un futuro para la selección y que no sea la selección el lugar de prueba.

-¿Qué balance hacés de todos estos años en la selección? ¿Qué sentís que dejaste? 

-Siempre después de los partidos muy difíciles quiero terminar muerto y decir no me quedó nada guardado. Me voy vacío y contento de haberlo dado todo. Quizás nos habrá faltado un poco más de regularidad. Pero bueno, creo que siempre hemos estado a la altura, rendido, disfrutado y cumplimos el objetivo.

iDisko: la aplicación que busca conectar a personas de todo el mundo a través de la música

-¿Qué te motivó a crear la aplicación?

-Me parecía genial la aplicación. No había cosas similares, pero que aporten eso que yo estaba buscando o que yo quería. Entonces, dije es una súper idea. La hablé con mucha gente y la mayoría me decían que era buena idea. Dejé pasar un poco el tiempo, me informé sobre aplicaciones, qué es lo que había en el mercado, qué es lo que se usaba y y no veía nada. Entonces, quizás hacer un prototipo y y probarla, eh proponerla a a desarrolladores y y bueno, dije, vamos, eh hay que empezar si en algún momento porque si no las ideas en un futuro sabía que si yo no la hacía, me iba a arrepentir. Entonces dije, vamos, me lanzo y y bueno, yo como ya perdí ese miedo de lanzarse a hacerse, a hacer proyectos, eh ahí ahí fuimos, me lancé.

-¿Cuál fue el puntapie inicial para crear iDisko? ¿Tenés un vínculo especial con la música?

-Creo que tengo algo ahí con la conexión porque a mí lo que me pasaba con los juegos de mesa y lo que me sigue pasando es que ese momento donde dejás la tecnología de lado y te conectás con tu familia y amigos. Creo que hay muchas redes sociales y todo eso, pero que no conectan realmente en el momento. Durante mi carrera, he estado muchas veces solo, no tenía tiempo para salir y conocer gente. Medio que la sufrí muchas veces. Por ejemplo, quisé dejar el handball cuando estaba en Brasil y no entendía el idioma. Creo que me hubiese venido bien una aplicación de este estilo donde podés conocer gente del lugar que vos quieras, de hablar y aprender un idioma. Desde el 2008, que me fui a jugar a Brasil, lo sufrí esto de tener poco tiempo para conocer gente. A los 32 años, ya empecé con el proyecto para resolver esta problemática que yo tenía, pero que al mismo tiempo le pasa a a muchas personas.

-¿Cuáles son las especificaciones de la app? ¿Qué la diferencia de otras?

-En relación a la música, vos podés escuchar cualquier canción porque trabajamos con con YouTube y también pagamos algunas canciones para tener el derecho. Lo que tiene diferente es que vos puedes estar escuchando música y compartirla con con otra persona al mismo tiempo, está sincronizado y y al mismo y también podés ver las personas que están conectados, conectadas y qué es lo que están escuchando. Eh, y eso te invita a que si querés ver lo que está escuchando una persona en Francia, en Argentina, o ese que te interesa, que quisieras hablar, quizás vas a ver cuál es la canción favorita o qué es lo que está escuchando en el momento para poder conectar.

-Te metiste de lleno en un rubro donde la mayoría de los deportistas no se interesa, ¿ a qué se debe esto?

-Es verdad, pero yo creo que en el handball quizás uno después de su carrera no se salva. Los deportistas que todo el mundo conoce ganan mucho dinero y su inversión es más inmobiliaria, en bitcoin, en empresas y cosas así. Nosotros quizás tenemos que trabajar el día siguiente de que nos retiremos. Por lo general, todo el mundo es entrenador, manager o directivo. Quizás yo soy un caso más raro porque me metí en en mundos diferentes, un mundo nada que ver que al deporte, quizás más geek. A mí siempre me gustó. Ya de chico tenía ese espíritu. No quería en un futuro ser emprendedor ni nada, pero lo tenía adentro.

-Una vez terminada tu carrera como deportista, ¿vas a dedicarte a pleno a emprender?

-Sí, obvio. Pensá que iDisko es el primer producto de la empresa que creamos. Obviamente la idea es hacer cosas que tengan sentido, valor y algo bueno que aportar. Tengo muchos proyectos en mente. Hay unas zapatillas para jugar al handball que quizás lancemos en Argentina porque no se consiguen. De la tecnología yo siempre fui fanático y obviamente seguiré por este camino, que es algo propio y estoy bien rodeado de personas que saben. Vamos a ir viendo por dónde va la cosa, pero voy a enfocarme en algo relacionado al deporte y la tecnología.