Este diciembre que comienza, culmina con el aniversario número 21 de una de las tragedias contemporáneas más dolorosas de la historia argentina reciente. "Cromañón nos pasó a todos" se nutre del arte como método de reparación histórica para permitirnos atravesar la causa, recordar a los jóvenes que allí estuvieron y todos aquellos que lo sufrieron.

Escrita y dirigida por Gustavo Moscona, la obra declarada de Interés Cultural por la Legislatura Porteña, presenta su cuarta temporada con dos próximas funciones los sábados 6 y 13 de diciembre, a las 22:00 horas en El Sabato Espacio Cultural (Uriburu 763, CABA).

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Desde un lenguaje sensible y fragmentado, la obra interpela y cuestiona ¿cómo se transforma el tiempo después de un trauma? ¿qué permanece? ¿qué vuelve? y ¿qué huellas siguen marcando a las generaciones que fueron contemporáneas a ese hecho?

Las actuaciones están a acargo de Silvina Arditi, Alejo Tofé, Alicia Mendoza, Ana Mancini, Camila Berguier, Carla Ricca, Catalina Albanese, Coco Gómez, Gabriel Crespo, Gerardo Centurión, Gustavo Leiva, Jazmín Duarte, Julieta Robino, Pablo Olarticochea, Tomás Romano, Valentino Curcio, Zalo Maidana.

La puesta en escena es realizada por Mariela Bonilla, con fotografía de Mario Carrasco. Una producción de Graciela Pieresko.

Historias que permanecen

De esa noche fatídica, Alicia Mendoza recuerda que su hija estuvo a punto de ir. A último momento, le salió "otro plan". Sin embargo, quien estaba en el local de la intersección de las calles Bartolomé Mitre y Jean Jaures, fue Mariana, una amiga que asistía a la murga que también frecuentaba ella con Alicia. Mariana fue trasladada al hospital Rivadavia producto del incendio. La última llamada que registró su celular fue intentando comunicarse con su amiga. "—¿Dónde estás? ¿Dónde estás? Te estamos buscando junto a tus padres", preguntó Laura desesperada. Del otro lado, la voz de la doctora a cargo le dijo dónde encontrarla.

Al mismo tiempo, Alicia lleva presente a Yamila Guevara. Una amiga del padre le llevó su historia para que también pudiera evocarla en el marco de evitar que la causa recaiga en el olvido y aún peor, en la impunidad.

Gisela Fiordelmondo también comparte un vínculo con aquel 30 de diciembre. Ella había ido a ver a Callejeros a otra de las que se perfilaban como fechas míticas para la banda que empezaba a despegarse de sus primeros pasos hacia una fama más masiva. Sin embargo, tenía planeado -y la entrada- para asistir en la última antes del fin de año. Lo que eran horas de esperas previas al show, tuvieron que prolongarse: su trabajo se retrasó y al demorarse, con el fastidio propio de una decepción, no llegó a entrar porque se le había hecho tarde.

Con un recorrido no lineal que intercala recursos del documental, recuerdos reales, testimonios cercanos, y envuelve al público de conmoción, la obra advierte que "lo que sucede allí no puede ser visto desde la distancia ni repetido como un registro". 

Quien asista a este homenaje, a este recuerdo activo hecho obra, podrá sentirlo. Las entradas se pueden conseguir en la boletería del espacio y también a través de la plataforma Alternativa Teatral.