Una masa de lluvias torrenciales azotó el condado de Kerr, al noroeste de San Antonio, durante la madrugada del 4 de julio, generando inundaciones relámpago a lo largo del río Guadalupe.
En pocas horas, el cauce creció entre 6 y 8 metros, superando los récords anteriores, como los de 1987. Hasta el momento, las autoridades informaron 24 muertos, incluyendo niños. Además se teme por los entre 23 y 25 niñas que participaban en el campamento “Camp Mystic”, muchas de las cuales aún se encuentran desaparecidas.
La operación de rescate involucra a más de 500 personas, incluyendo miembros de la Guardia Nacional, equipos de rescate acuático, helicópteros y drones. A esta altura se han evacuado 237 personas, 167 por vía aérea, y continúan las tareas nocturnas.
El gobernador Greg Abbott declaró estado de desastre en múltiples condados y prometió todas las ayudas federales necesarias para la emergencia. Subrayó que los equipos trabajarán sin descanso hasta dar con los desaparecidos.
Expertos meteorológicos vinculan este devastador evento con los remanentes de la tormenta tropical Barry, que descargó entre 15 y 25 cm de lluvia en pocas horas, superando con creces los pronósticos previos.