Después de hablar con el primer ministro Benjamín Netanyahu, el presidente de Estados Unidos Donald Trump confirmó que Israel no responderá al último ataque de Irán, ocurrido tras el final del primer tramo del "alto el fuego" que anunció ayer el propio mandatario norteamericano.

"Israel no atacará a Irán. Todos sus aviones se darán la vuelta y regresarán a casa, mientras realizan un amistoso 'saludo aéreo' a Irán. Nadie resultará herido, el alto el fuego está vigente", dijo el jefe de la Casa Blanca en un posteo en su red social Truth.

Trump escribió esto después de mantener una conversación el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, tras un ataque iraní ocurrido minutos después de que finalizara el primer tramo de la tregua anunciada ayer por el mandatario estadounidense. Éste último ataque -que mató a cuatro civiles- amenazaba con quebrar el frágil acuerdo, sobre todo luego de que Israel dijera que iba a "responder con fuerza" a esta agresión.

Según informó la Oficina del Primer Ministro, durante el diálogo con mantuvo con Trump, Netanyahu le aseguró que Israel "se ha abstenido de realizar ataques adicionales".

"El presidente Trump expresó su gran aprecio por Israel, que logró todos sus objetivos en la guerra, así como su confianza en la estabilidad del alto el fuego", agregó el canal de comunicación oficial del líder israelí.

El ataque iraní

Según la Oficina del Primer Ministro Netanyahu, poco antes de que entrara en vigor el 'alto el fuego', Irán lanzó una andanada de misiles contra territorio israelí, uno de los cuales acabó con la vida de cuatro personas en Be'er Sheva.

A las 7:06, siempre según Tel Aviv, Irán lanzó otro misil, y a las 10:25, otros dos. "Estos misiles fueron interceptados o cayeron en áreas abiertas, sin causar víctimas ni daños", se informó.

"En respuesta a las violaciones de Irán, la Fuerza Aérea destruyó una instalación de radar cerca de Teherán", dijo Israel.

Las Fuerzas de Defensa de Israel habían dicho que se preparaban para responder "con fuerza" a ésta última ofensiva. En ese contexto, Trump le pidió a Israel que "no lance bombas" contra Irán y le advirtió que un contraataque conllevaría una "violación grave" del acuerdo suscrito entre ambas naciones.

Con la renuncia de Israel a una contraofensiva, Trump volvió a celebrar y afirmó: "Irán nunca reconstruirá sus instalaciones nucleares".