La salud del papa Francisco se mantiene estable tras haber “descansado bien durante la noche”, informó este martes la oficina de prensa del Vaticano, tras los episodios de insuficiencia respiratoria aguda que sufrió el lunes mientras permanece internado en el Policlínico Gemelli de Roma.
A pesar de la mejoría, el pontífice continúa recibiendo oxígeno de alto flujo y retomó durante la noche la ventilación mecánica no invasiva. El parte médico de la tarde de ayer también indicó que no ha presentado fiebre y que se encuentra consciente, colaborando con las terapias y orientado. Sin embargo, el pronóstico sigue siendo reservado, informó Infobae.
Durante la jornada de este martes, Francisco alternó el reposo con la oración y recibió la Eucaristía. En días anteriores, el Vaticano informó que el papa siguió trabajando, firmando documentos y realizando nombramientos.
La salud del papa
El papa Francisco, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana, a la que posteriormente se sumó una neumonía bilateral.
El lunes, el pontífice sufrió dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, provocados por una importante acumulación de mucosidad en los bronquios, lo que generó espasmos. Para aliviar la obstrucción, los médicos le practicaron dos broncoscopias con el fin de aspirar las secreciones causadas por la neumonía.
Estos episodios se suman a otras tres crisis respiratorias recientes: una el 22 de febrero, relacionada con su asma, y otra el 29 de febrero, causada por un broncoespasmo que derivó en vómitos.
El martes, luego de haber dormido toda la noche, Francisco continuó con su fisioterapia respiratoria, aunque sin necesidad de ventilación mecánica. Actualmente, recibe oxígeno de alto flujo a través de cánulas nasales.
(Con información de Infobae)