La consultora LCG relevó precios de 8.000 alimentos y bebidas de cinco grandes supermercados y advirtió que el año arrancó con una suba.
En la primera semana de enero, los precios de alimentos y bebidas subieron 1,2%
Leer más (2 min)
Actualidad -
"Yo tengo mucha experiencia, muchos años de oficio pero hay cosas que no tienen solución", menciona, mientras hace una pausa, para enunciar -como siempre se caracteriza- su remate. "El día del estreno, no tiene solución".
No es sólo cosa de escena. Luis Brandoni emplea su método como parte de su personalidad. El devenir de una reflexión con aire solemne, termina en un efecto que provoca una sonrisa cómplice. Mientras repasa su trayectoria, reconoce la variedad de las historias que ha personificado. Sin embargo, existe un elemento común, una herramienta que imprime como marca propia y es el vehículo con el que ha logrado decir, e incluso exponer, las condiciones más humanas en el cine y el teatro: el manejo de la risa y fundamentalmente, la ironía.
También te puede interesar: Luis Brandoni: el amor por Buenos Aires, y la amistad con Robert De Niro, el ingrediente que condimenta la cuarta pared de la serie "Nada"
La última vez que tuve la oportunidad de entrevistarlo, me destacó que el ejercicio de ese instrumento está "en entender que se pueden decir cosas atroces no digo con una sonrisa pero de un modo que no hieran". Pienso que es su receta (en un juego de palabras con el universo gastronómico al que pertenece su personaje en la serie "Nada", que compartió con Robert De Niro, y fue nada menos que la primera serie que aceptó grabar el ganador del Oscar) sin embargo, él asegura que no la hay. ¿Será porque es de los que saben de memoria el orden de los ingredientes para un resultado exquisito, o de los que miden con el puñado las cantidades correctas?
"Una pregunta muy difícil", manifiesta con humildad. "Yo atinaré a responder que mi tarea principal como actor es la observación de la realidad. En base a eso he armado muchos personajes. De manera que, no es una receta concreta. Depende de muchas cosas y también de los textos que uno tiene que representar. En ese sentido, estoy muy contento", detalla en esta conversación con Filo.news.
Estamos en el teatro Liceo. Sentados sobre la escenografía donde transcurrirá "¿Quién es quién?", la obra que estrena a partir de este próximo miércoles 8 de enero. Todavía quedan ultimar las melodías, ajustar la iluminación, pulir nimiedades. Sin embargo, presencio una pasada, que es como espiar sus ensayos. En escena, una pareja mira la televisión mientras esperan que un matrimonio de amigos llegue esa noche a cenar. Por supuesto, no vendrán y la ausencia pronuncia lo presente: ella está frente a él, él frente a ella. En un juego de roles, mujer a hombre van de mentira a verdad, cuestionando si se conocen lo suficiente, si piensan lo que el otro cree, si actuarían como se espera de sí. "¿Soy boluda o maquiavélica?", desafía Soledad Silveyra, y el acto cierra con su postura triunfal.
"Un poquito más empoderada, palabra tan de moda", retoma la actriz en esta entrevista, conciente del arco en el que evoluciona su personaje. "Solita" transitó un camino de telenovelas y películas, que hablaron a su medida, del amor romántico. Yendo a sus comienzos, su actuación revelación en tele-teatro fue con "El amor tiene cara de mujer" (1964- 1970). Desde entonces, ha encarnado y encarado los cuestionamientos y emociones que atraviesan el sentido de los asuntos de las relaciones. "Rolando Rivas, taxista" (1972-1973), "Una vida para amarte" (1970), "Pobre diabla" (1973-1974), "Chau, amor mío" (1979), las películas "Los muchachos de antes no usaban gomina" (1968), "El profesor hippie" (1969), hasta la tira hoy nuevamente popular "Amor en custodia" (2005), con Osvaldo Laport (con quien volvió a compartir protagónico 19 años después en la obra "La Fuerza del Cariño"); y tantas más. Una vida en la actuación que de cierta forma le permitió ingresar en los hogares, en muchas individualidades que la siguieron desde la pantalla y que a través de sus historias se inmiscuyó en las complejidades, diversidades y también lo idealizado del amor.
"Exactamente", confirma al tiempo que responde cómo lleva ese trabajo desarrollado a lo largo de su expertise a esta obra. "Esta pareja creo que es una linda dupla. Van poniendo las cosas cada uno en su lugar. Por eso el quién es quién. En pregunta. Ese me parece un juego como actores maravilloso", destaca.
8884_.jpg)
La obra, originalmente escrita por la autora francesa, Audrey Schebat, con traducción de Pablo Rey, permite a su vez otra virtud: lograr que esos cuestionamientos provengan de una pareja en edad más avanzada, desarticulando otro lugar común que relega a actores y actrices a personajes de "abuelos de".
Por su parte, la dirección corre a cargo de Héctor Díaz ("Argentina, 1985", "Laponia", "Terapia", entre tantas), quien viene de un 2024 al frente de "Para mí, para vos", una comedia dramática con Soledad Villamil, Boy Olmi, Laura Oliva, Paula Ransenberg, Tupac Larriera y Ailin Zaninovich.
También te puede interesar: Soledad Villamil: "'No sos vos, soy yo' es como ‘Para mí, para vos’; habla de esa imposibilidad de decir lo que realmente nos pasa"
"Vivo este proyecto con un placer enorme", expresa Solita Silveyra. "Estrenar en verano me gusta, me gusta Buenos Aires en verano. Si bien hay unos personajes muy importantes que influyen en la obra, estamos solitos sobre el escenario. Para mí trabajar con Beto… yo leí la obra y dije: ‘la hago con Brandoni, si no, no la hago'. Porque cuando llegué, que le estabas preguntando sobre el manejo de la ironía, el hacer reír, y sus tonos... es el único. Uno de los pocos grandes que nos quedan. Así que para mí es un sueño cumplido", afirma.
@filonews
Esa leyenda, premió a Brandoni una vez más durante el 2024 con el aniversario de clásicos como los 50 años de "La Tregua", la primera película argentina en ser nominada a los Oscar como Mejor Película Internacional o de Habla no Inglesa, y de "La Patagonia Rebelde". Por su aporte en específico, los por primera vez organizados Martín Fierro de Cine le dedicaron un homenaje. ¿Quién se lo entregó? Solita. En su emoción se refleja el cariño, la admiración y probablemente hasta sus propios sueños.
"Cumplí un sueño", reitera la actriz, al momento de recordar cómo le hizo llegar la propuesta. "Beto estaba en Madrid y uno de los productores, Juan Manuel Caballé, le llevó la obra. La leyó, y a los dos días me llama y me dice ‘me gusta’. Y yo, ¡ay!"- exclama- "feliz".
"Y aquí, estamos", retoma Brandoni. Para el artista, en la elección implicaba el después de "Parque Lezama", el éxito teatral de Juan José Campanella (a punto de estrenar "Empieza con D, siete letras"), que co-protagonizó con Eduardo Blanco junto a quien realizaron más de 1200 funciones. Para significancia personal, estrena "¿Quién es quién?" en el mismo teatro.
"No por casualidad"— me aclara— "sino porque fue una decisión mía. De manera que estamos en un momento, espero que pase cuanto antes el día del estreno. Y lo podamos haber saldado con felicidad", confía. A eso se refería al principio, sobre el irresoluble día del estreno.
"Los nervios, la angustia, los temores, acceden a uno por todos lados. De manera que, tenemos el desafío, en mi caso, de hacer un espectáculo después de 'Parque Lezama', que fue un gran suceso, una obra hermosa. Después viene lo más lindo: que son las funciones y el contacto con el público, lo que los actores en general elegimos como nuestra tarea más placentera. ¿Por qué? porque en el teatro es cuando sabemos qué es lo que pasa con el público y eso no tiene precio", señala.
¿Qué lo entusiasma hoy? ¿Y al momento de elegir qué espectáculo hacer? "Mirá", evalúa para responder. "Yo he hecho muy variado repertorio en mi vida, tantos años de profesión. Le he dado un lugar particularmente importante al teatro nacional. De modo que esto es algo que me enorgullece, y en este caso es una de las excepciones [porque la obra es francesa] pero lo hago con mucho gusto. Porque después de una obra tan importante e impactante como fue 'Parque Lezama', viene '¿Quién es quién?' como un signo de interrogación que nosotros tenemos en nuestro interior", plantea.
Les pregunto entonces, por sus personajes, que adelanten -en un juego de palabras- quién es quién en esta obra, que una defina al otro. Sin embargo él, vuelve a dejar el enigma detrás de su humor. "Tenés (tienen) que ver la obra completa y así te (les) vamos a preguntar quién es quién", concluye. Lo último que se escuchan son las risas.
