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Durga McBroom: cómo es hacer coros en Pink Floyd y su visita con The End

La corista de la legendaria banda se presentará junto al show tributo más importante del mundo mañana en el Gran Rex. Su primer encuentro con Gilmour, "The Great Gig in the Sky" y la profesión del corista.

Durga McBroom: cómo es hacer coros en Pink Floyd y su visita con The End

Durga McBroom conoció a los miembros de Pink Floyd en el año 1987. La habían contratado como corista e invitado a ver el primer show como parte del público. Sin embargo, a Gilmour le gustó como cantaba y le dijo de subir al escenario a último momento. No habían llegado a ensayar juntos.

"No hubo tiempo ni de ponerme nerviosa. Fue una oportunidad que golpeó a mi puerta. Así que sí, me había aprendido las canciones por mi lado, y me subí y canté", cuenta la artista que se estará presentando con The End, la mejor banda tributo a Pink Floyd del mundo, en el Teatro Gran Rex.

The End es una banda argentina que interpreta, desde 1991, los temas y discos más emblemáticos de Pink Floyd. Su puesta en escena y sonoridad marcaron desde el comienzo de su trayectoria un diferencial que los llevó de gira por todo el mundo.

El 22 de noviembre a las 20.30 hs la banda se presentará en el emblemático teatro
Gran Rex junto a la vocalista original de la banda Durga McBroom. En una charla íntima, Filo.News accedió a conversar con ella sobre su trayectoria junto al gigante inglés.

- ¿Creés posible una reunión entre Waters y Gilmour?

- "No, por mucho que me gustaría responderte otra cosa, primero que ya no está Richard Wright. Así que nunca sería una reunión de Pink Floyd. Y Nick está haciendo Saucerful of Secrets. Roger está haciendo sus cosas, David está haciendo sus cosas... simplemente no quieren trabajar más juntos. Por más ganas que tengamos de que pase, no va a pasar. Es triste, pero es así".

- ¿Cómo entraste en Pink Floyd?

- "Estaba en Nueva York, grabando coros para un disco de mi hermana. Nile Rodgers es un viejo amigo de la familia, así que la estaba produciendo en su estudio. En ese momento, Pink Floyd había arrancado el tour de "A Momentary Lapse of Reason" y David quería hacer algunos videos del concierto. Entonces decidió "ponerle un poco de color a la cosa" y contratar tres coristas afroamericanos. Llamó a su productor audiovisual y como éste conocía a mi hermana, nos recomendó, junto a Roberta Freeman. Gracias a las grabaciones de Nile, nosotras pudimos mostrar un buen material, así que nos llamó y lo siguiente que vimos fue estar cantando para 15.000 personas".

- Te imagino muy nerviosa. ¿Cómo fue el primer show?

- "Nos había llamado para que veamos desde el público. Todavía ni habíamos ensayado juntos, solo aprendimos las canciones por nuestra cuenta. Antes de empezar el show, nos dijo si queríamos cantar con ellos esa misma noche. Fue una oportunidad que apareció y no pude decirle que no. No tuve tiempo ni para ponerme nerviosa. Dije que sí. Así que David nos arrojó al escenario así nomás, con plena confianza. Y el resto fue historia".

- ¡Increíble! Qué historia más especial. ¿Y cuál es tu disco favorito de Pink Floyd?

- "'The Dark Side of the Moon' es el pico máximo de todo. Es la combinación más balanceada de todos los miembros. Algunos discos tienen más Roger, otros más David. Éste en particular es el mejor balance. Y en particular, fue el primero que escuche. Es que es un clásico".

- Hay un tema en particular sobre este disco por el cual quería preguntarte: "The Great Gig in The Sky". ¿Es un solo de voz o cuando lo cantás respetás nota por nota?

- "Bueno mirá, me pasa algo particular con esta canción. Ya a este punto no la ensayo más, pero cuando la estábamos aprendiendo, la aprendíamos nota por nota. Luego pudimos hacer algunas variaciones, pero aquí lo interesante: es una canción que se trata sobre el dolor. Y... ¿Qué podía saber sobre el dolor a mis veinte años? Ahora soy más vieja. Y pienso que puedo brindarle emociones más profundas a la canción. De hecho, si hay un regalo que me dejó la muerte de mi esposo fue una nueva paleta de colores para atribuirle a esta canción. Porque la canción se trata sobre la muerte. Así que he llegado al punto de poder llorar y cantar al mismo tiempo, que es algo muy difícil de hacer. Y creo que de eso se trata el arte: de buscar y encontrar la verdad. Cuanto más te permitís acercarte a tus emociones, más verdad podés compartir en el arte".

Durga McBroom no solo es una voz inolvidable que forma parte del legado de Pink Floyd, sino también un símbolo de resiliencia y pasión por el arte. Su capacidad para transformar el dolor más profundo, como la pérdida de su esposo, en una interpretación conmovedora de canciones icónicas como "The Great Gig in the Sky" es un recordatorio del poder sanador de la música.

Ahora, junto a The End, lleva esa conexión emocional a nuevas generaciones, manteniendo viva la magia y el espíritu de una banda que marcó la historia del rock. Este 22 de noviembre, en el Teatro Gran Rex, será una noche para celebrar no solo la música de Pink Floyd, sino también la capacidad del arte de conectar corazones y trascender el tiempo.

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