En medio de la crisis en el sector científico y tecnológico, Manuel García Solá, director del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y ex ministro de Educación de la gestión de Menem, renunció a su cargo alegando “persecución ideológica”. Compartía la dirección junto a Roberto Rivarola, Mario Pecheny, María Laura Correa, Luz Lardone y Jorge Aliaga.
En su carta de renuncia, dirigida a Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), manifestó: “En la historia reciente de la Humanidad, jamás se alcanzó la libertad económica, en la que coincidimos y por la que bregamos en la SRA, sin libertad política, libertad de pensamiento y disenso democrático, sin respeto a las ideas del otro, sin tolerancia y sin justicia en la distribución de los bienes”.
Ante esto, en declaraciones a Radio Con Vos, señaló que “la génesis de esta actitud de la nueva conducción del CONICET” puede remontarse a una respuesta que dio a la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, durante una visita de Guillermo Francos, Jefe de Ministros de la Nación, al Senado. “Señalé que estaba en desacuerdo con ciertos procedimientos y eso no gustó”, explicó.
Desde la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (RAICYT) emitieron un comunicado en el que respaldaron la denuncia de García Solá, afirmando: “García Solá, representante del Agro, se va, denunciando persecución ideológica en el Conicet, impulsada por el Poder Ejecutivo de la Nación”.
“No nos da lo mismo, no queremos un país con caza de brujas, nada es posible cuando el Estado Nacional, que debería velar por los intereses de su población, persigue a quien piensa distinto”, cerró.