Knotfest, el festival creado por Slipknot, desembarcó por primera vez en Argentina, en donde más de 30 mil personas fueron parte de un hito histórico, una verdadera celebración para la comunidad metalera de nuestro país.
La banda de Iowa estuvo muy bien acompañada: Amon Amarth, Messhugah, Baby Metal, Arde la Sangre y NVLO completaban el menú para un día de sol increíble en un Parque de la Ciudad que se inundó de remeras negras. ¡Fechón!
La celebración por los 25 años de la banda de enmascarados trajo un setlist que repasa íntegramente los temas del primer álbum de la banda, "Slipknot" (1999) que redefinió el nu metal y los impulsó a la fama mundial. Con la intensidad de temas como "(sic)", "Eyeless" y "Wait and Bleed" este álbum homónimo no solo les dio identidad a través de su característico sonido agresivo y su caótica puesta en escena, sino que también consolidó a la banda como pionera de un estilo oscuro y frenético, que sigue resonando con fuerza en nuevas generaciones de metaleros.
Para celebrar este aniversario, Slipknot organizó una gira especial, un tributo a su propia historia que marca también un reencuentro con los fans de sus primeros días. Durante el show en Argentina, la banda nos presentó a su nuevo baterista, Eloy Casagrande, quien demostró estar a la altura de las legendarias percusiones de Joey Jordison. Sobre un cierre explosivo, en "Spit It Out" hicieron explotar a la multitud en un pogo multitudinario, completando una festival que eleva la vara y que esperemos sea el primero de muchos.
La jornada arrancó con NVLO, que no paran de crecer y hacer las cosas bien. Representaron la creciente escena metalera latinoamericana, recibiendo a los primeros que llegaban y preparando el terreno para una tarde de sol. A continuación, Arde la Sangre, junto a Marcelo “Corvata” Corvalan y Tery Langer, encendieron el escenario con temas de su recién salido disco (no tiene ni un mes) "Pase lo que Pase" (2024) y otros del ganador a Disco de Rock del año en los Gardel, "La Cura" (2021). Esta vez, no incluyeron temas de Carajo en su setlist.
Cuando fue el turno de Baby Metal, el festival cambió de tono con la mezcla única de heavy metal y kawaii japonés que define al proyecto nipón. Con temas como "Megitsune" y "Karate", no solo sorprenden por su originalidad, sino que atraen a nuevas audiencias. Entre el público, habían muchos niños y niñas con auriculares de protección viendo el recital desde los hombros de sus padres. Esta diversidad es una de las enseñanzas que deja el paso del Knotfest por Argentina. Y nos hace reflexionar sobre el futuro de nuestra comunidad metalera en el país.
Al caer la tarde, Meshuggah irrumpió con su brutalidad característica. Los suecos ejecutaron un set demoledor, repleto de complejas polirritmias y una técnica impecable que dejó a los fans extasiados. La banda mostró que sigue siendo una de las propuestas más sólidas y extremas del metal contemporáneo. Cerraron con "Bleed" y "Demiurge": dos oportunidades increíbles para poguear y hacer headbang. Dios bendiga a Messhugah.
Finalmente, antes del acto principal, Amon Amarth llenó el escenario de misticismo y poderío vikingo. Su líder, Johan Hegg, se dirigió al público en español y, con su potente voz y presencia, invitó a los asistentes a un "fiestón vikingo". Dos columnas nórdicas inflables acompañaron un show épico con visuales impactantes. El público se sentó a remar y se creó un ambiente perfecto para recibir a Slipknot y cerrar esta primera edición histórica del Knotfest en Argentina.