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Paul McCartney en Córdoba: el "Got Back Tour" se despidió de Argentina

Emoción total en la última fecha del Beatle en nuestro país: fernet, cuarteto y "culi*dos". Una lluvia tímida asomó para "Hey Jude" y llenó de lágrimas el Kempes. ¡Nochón histórico!

Paul McCartney en Córdoba: el "Got Back Tour" se despidió de Argentina

Paul McCartney brindó su último show agendado en Argentina en su visita. El "Got Back Tour" lo trajo a sus 82 años y en un nivel increíble. El paso del tiempo parece no pesar a su identidad vocal, que además adquirió tintes más cálidos. Junto al mismo sentido del humor de siempre y su virtuosidad multiinstrumentista, el Señor Música conquistó Córdoba: "Fueron un público buenardo".

¿Un Beatle diciendo "buenardo"? Sí, y también "cul*ados", "cuarteto" y "fernet". Y tirando pasitos entre tema y tema, como haciéndose cargo de lo groso que es. Durante casi tres horas, el Estadio Mario Alberto Kempes fue completamente suyo: nos emocionó hasta las lágrimas, nos hizo bailar y nos dejó en completo silencio durante el homenaje a Lennon.

Desde el primer acorde de “Can’t Buy Me Love” entendimos que esta noche sería inolvidable. Acompañados por una lluvia que amenazaba con aparecer, la banda y los más de 35.000 asistentes se unieron en un repaso por las distintas etapas de la carrera de Paul: desde clásicos de The Beatles hasta éxitos de The Wings y su repertorio solista.

El humor y la conexión con el público argentino fueron fundamentales. Apenas subió al escenario, McCartney saludó a la audiencia con un “¿Dónde están los cul*ados?”, desatando la euforia. Luego hizo referencias al cuarteto y al fernet, cautivando a los cordobeses y consolidando la cercanía que busca con cada público local al que visita. Paul entiente todo.

Además, compartió anécdotas, siguió los cantos de la gente con el piano y tuvo sus homenajes personales. Uno de los momentos más conmovedores fue “Here Today”, canción escrita para John Lennon. El estadio se quedó en silencio absoluto, McCartney se abrió a que el público conectara con su historia, y constituyó un momento de profunda emoción.

Además de la música, el espectáculo visual fue imponente. Durante “Live and Let Die”, los fuegos artificiales y efectos especiales iluminaron el cielo de Córdoba, mientras todos deliraban. El despliegue de luces y sonido envolvió al estadio, en una experiencia sensorial que levantó la temperatura y será un recuerdo imborrable.

"Maybe I'm Amazed", la poderosa balada que Paul escribió para Linda, lo encontró sentado al piano y con una interpretación increíble que hace creer en el amor eterno. El tiempo pareció detenerse en cada acorde. La conexión e inspiración que Linda y Paul cultivaron a lo largo de los años sigue viva en el legado de su música: un mensaje de amor sano que tocó cada latitud del planeta.

La banda que acompaña a Paul McCartney es un dream team conformado por músicos de élite que, juntos, logran recrear y reinventar cada canción con una calidad asombrosa. Rusty Anderson, en guitarra, aporta su experiencia y virtuosismo con solos electrizantes, que conectan con la energía rockera de Paul. Brian Ray, también en guitarra y bajo, demuestra su versatilidad al intercambiar instrumentos y respaldar con potentes armonías vocales. Abe Laboriel Jr., en la batería, es una fuerza imparable; su presencia en escena y su estilo contundente le añaden una gran dosis de energía y carisma al show. La gente lo ama. Por su parte, Paul "Wix" Wickens, en los teclados, sintetizadores y coros, se encarga de los detalles que completan el sonido de cada época: desde los clásicos de The Beatles hasta la etapa con Wings y sus éxitos como solista. Esta banda excepcional no solo apoya a un ícono, sino que aporta un sonido fresco y vibrante, manteniendo viva la esencia de McCartney y de su legado musical.

A medida que avanzaba la noche, Paul continuó su recorrido musical con clásicos inolvidables. Temas como “Let Me Roll It”, "Jet" y “Nineteen Hundred and Eighty-Five” resonaron en el Kempes, demostrando cómo su magia derramó mucho más allá de The Beatles. Con la potencia de la banda, con solos de guitarra y una base rítmica impecable, McCartney llevó al público a una montaña rusa cuidadosamente guionada hasta el último detalle.

La psicodelia se apoderó del estadio cuando McCartney interpretó “Being for the Benefit of Mr. Kite!”, un viaje surrealista en el que los visuales multicolores y el juego de luces recrearon la esencia de Sgt. Pepper’s. La atmósfera cambió por completo con “Lady Madonna” donde el público acompañó con aplausos cada nota del piano, celebrando ese toque de jazz y rock que hizo tan icónica a la canción.

Fue inevitable pensar en la magnitud de estar escuchando estas joyas en 2024, interpretadas en vivo por el mismísimo Paul McCartney, un Beatle que sigue trayendo al presente la magia de una era irrepetible. Más de medio siglo después, esas melodías siguen emocionando a nuevas generaciones, recordándonos el poder antemporal de la música.

La interpretación de “Hey Jude” estuvo acompañada por una tímida llovizna que, lejos de molestar, llenó de emoción el ambiente. La audiencia, con lágrimas y brazos en alto, acompañó el coro en uno de los momentos más emotivos de la noche, mientras las luces iluminaban el estadio en una postal inolvidable.

El evento, organizado por En Vivo y DF Entertainment, tuvo como telonera a la cantante argentina Zoe Gotusso, quien se presentó antes del show de McCartney, seguido de una presentación del DJ Chris Holmes. Ambos artistas prepararon el ambiente para la llegada del Beatle, quien cumplió con las expectativas del público, conformado por varias generaciones unidas por su amor a la música.

La noche terminó con una serie de bises, entre ellos “Golden Slumbers”, “Carry That Weight” y “The End”, un cierre épico que dejó a los asistentes con una mezcla de alegría y nostalgia. Con un simple “Hasta la próxima”, Paul se despidió del público argentino, dejando abierta la posibilidad de un futuro regreso y consolidando su inquebrantable vínculo con los fans de este país, que data de 1993.

En palabras del productor del evento, José Palazzo, “se hizo historia en Córdoba con este show”, destacando además el impacto cultural y económico que generó el concierto para la provincia. Como parte de una medida de sostenibilidad empleada por el Gobierno de Córdoba, se empleó biodiésel 100% (B100) de origen cordobés, para alimentar los generadores del show.

Con un legado incalculable y un show a la altura de su leyenda, Paul McCartney demostró una vez más por qué sigue siendo uno de los artistas más vigentes de todos los tiempos. Gracias para siempre.

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