La escena es habitual desde hace varios años en las carreras de Buenos Aires y de otras partes del mundo. Entre los miles y miles de corredores que se preparan para despegar en la largada, hay uno que no pasa desapercibido. Una boina sobresale en medio de la marea de runners y deschava la presencia de Lucas Báez, más conocido como el "Gaucho Runner", que por estas horas se prepara para representar a su Chacabuco natal y la Argentina toda en la 50° edición de la Maratón de Berlín, que tendrá lugar el domingo 29 de septiembre.

El nacido en el interior de la provincia de Buenos Aires se instaló en Capital Federal en 2007 para estudiar arquitectura. Si bien toda la vida jugó al fútbol en su pueblo, cuando se mudó a la ciudad porteña, colgó los botines para dedicarle tiempo completo al estudio y recibirse de la profesión a la que se dedica en la actualidad.

El sedentarismo y las ansiedades estudiantiles lo llevaron a tener más de 25 kilos de que los que tenía cuando se instaló en la Ciudad, hasta que, descontento con su malestar físico, decidió volver a hacer deporte. Y ahí apareció el running, que empezó siendo un hobby y hoy es su estilo de vida.

Báez corre en la calle y en la montaña, de norte a sur por el país, y también cruzó las fronteras para sumar kilómetros en otros rincones del mundo. Después de participar en la Media Maratón de Buenos Aires, puso el foco de lleno en su próximo objetivo: la Maratón de Berlín. Sin embargo, un mes antes de desembarcar en la capital alemana, viajó a Kenia, la meca del atletismo, para optimizar al cien por ciento su preparación camino a los 42 kilómetros.

"Ha sido cumplir un sueño por varios motivos: por estar en el lugar donde miles de atletas vienen a entrenar o han entrenado y han sido los mejores del mundo; y el crecimiento personal no solo referido a lo atlético sino estar con ellos y vivir su cultura y calidez humana", cuenta en diálogo con Filo.news.

Maravillado con conocer un país que nunca imaginó, el atleta de adidas resalta la calidad humana con la que se encontró en el país africano. "Es una región muy humilde con un corazón enorme. Todos se brindan con calidez, teniendo lo justo y necesario, y hacen que uno vuelva a la escencia y se despoje de todo lo que no sirve de la vida. Te permite verificar que no se necesita tanto para ser feliz", asegura.

"El running es muy lindo y democrático porque cuando uno está en competencia, el deportista de alto rendimiento comparte el mismo circuito y horario con el deportista amateur, y eso no pasa con otros deportes".

Al estar a 2.300 metros de altura sobre el nivel del mar, la región keniata es beneficiosa para generar naturalmente una mejora en la oxigenación y la fortaleza física. "Aunque te cueste entrenar los primeros días por la deficiencia de oxígeno, después te vas fortaleciendo por estar en la altura, por lo duros que son los circuitos, y eso te genera una fortaleza más mental que el ejercicio para las piernas", explica.

Si bien se trazó como objetivo tratar de estar cerca de las 2 horas y 20 minutos y bajar su marca, el Gaucho Runner, que corre con su boina en honor a sus raíces, quiere divertirse en la Maratón. "Quiero dejar todo lo aprendido y disfrutarlo porque eso forma parte de este proceso", sentenció.