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El Presidente vetará la nueva ley de movilidad jubilatoria

"El Presidente se comprometió con los argentinos a sostener el superávit fiscal a toda costa y así lo hará", dijo Presidencia en un comunicado.

El Presidente vetará la nueva ley de movilidad jubilatoria
(Reuters)

Javier Milei vetará la ley de recomposición de las jubilaciones, aprobada este jueves por el Congreso, con el objetivo de sostener el equilibrio fiscal. "Tiene como único objetivo destruir el programa económico del Gobierno", afirmó.

El presidente ratificó su decisión anoche, a través de un comunicado, tras reunirse con asesores y dirigentes clave de La Libertad Avanza (LLA) en la Quinta de Olivos.

"El Congreso Nacional, en un acto de populismo demagógico, sancionó un proyecto de ley irresponsable, ilegal e inconstitucional que establece gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria, lo que implicaría necesariamente que el Gobierno vuelva a caer en las viejas prácticas de la emisión monetaria, el aumento de impuestos, o el endeudamiento, que son las mismas recetas que nos han llevado al fracaso durante los últimos 100 años", dijo en el escrito que difundió Presidencia durante la medianoche de este jueves.

Entre sus puntos centrales, la norma sostiene la actualización mensual de los haberes en base al IPC que elabora el INDEC, pero, además, otorga una recomposición del 8,1%, que se sumaría al 12,5% que dio el Gobierno como compensación por el 20,6% de inflación de enero. Pero, además, establece que en marzo de cada año, se aplicará a las jubilaciones un aumento del 50% de la variación de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) por sobre la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del año anterior.

En su artículo 4°, en tanto, el proyecto, ahora convertido en ley, fija que quienes perciben un solo beneficio, es decir, jubilación o pensión, "tendrán la garantía de un haber mínimo equivalente al costo de la canasta básica total del adulto (CBT) incrementado en un 9%".

Mientras que en el 10°, se obliga a la ANSES a cancelar las deudas con las cajas previsionales provinciales y a pagar las sentencias firmes a favor de los jubilados.

"Esta ley implica un gasto adicional del 1,2% del PBI, o lo que es lo mismo, 25% del PBI en términos dinámicos, obligando al Estado a contraer deuda que deberán pagar en el futuro los jóvenes argentinos que, gracias a medidas como ésta, hoy son mayoritariamente pobres", alegó el Gobierno.

Resta saber ahora si el Ejecutivo vetará total o parcialmente la medida, ya que algunos puntos, como la actualización mensual en base a la inflación, coinciden con la fórmula vigente, impuesta por Decreto.

En caso de que se avance con el veto, el Congreso tendrá la oportunidad de insistir con el texto original. Para ello, deberá reunir los 2/3 de cada Cámara. En ese caso, esta herramienta con la que cuenta el Presidente quedará bloqueada y la ley, promulgada.

"Tenemos plena conciencia de que la clase política quiere forzar al Gobierno a oponerse a esta medida demagógica para anotarse una victoria política, pero como el Presidente de la Nación ha dicho en innumerables oportunidades, nosotros preferimos decir una verdad incómoda a una mentira confortable", dijo Presidencia en otro párrafo del escrito.

"El proyecto sancionado este jueves por el Congreso con la anuencia de todos los partidos políticos es una estafa moral, un acto de demagogia populista y una irresponsabilidad fiscal; y por lo tanto será vetado por este Gobierno, el cual no tiene miedo de pagar los costos que hagan falta para sacar a este país de la decadencia en la que nos han sumergido", agregó.

El comunicado completo

La Oficina del Presidente informa que el Presidente Javier Milei, tal cual se comprometió con los argentinos, vetará el proyecto aprobado hoy por el Congreso de la Nación que tiene como único objetivo destruir el programa económico del Gobierno. El Presidente se comprometió con los argentinos a sostener el superávit fiscal a toda costa y así lo hará.

El Congreso Nacional, en un acto de populismo demagógico, sancionó un proyecto de ley irresponsable, ilegal e inconstitucional que establece gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria, lo que implicaría necesariamente que el Gobierno vuelva a caer en las viejas prácticas de la emisión monetaria, el aumento de impuestos, o el endeudamiento, que son las mismas recetas que nos han llevado al fracaso durante los últimos 100 años.

Esta ley implica un gasto adicional del 1,2% del PBI, o lo que es lo mismo, 25% del PBI en términos dinámicos, obligando al Estado a contraer deuda que deberán pagar en el futuro los jóvenes argentinos que, gracias a medidas como ésta, hoy son mayoritariamente pobres.

Adicionalmente, resulta paradójico que la clase política se acuerde de los jubilados hoy y no durante el gobierno de Alberto Fernández y de Sergio Massa. Solo en su último año, los haberes cayeron más del 30% acompañado de una suba sideral del gasto público. Mientras acusan a este Gobierno de licuar a los jubilados, desde enero las jubilaciones han aumentado un 5% en términos reales mientras bajamos el gasto y destruimos la inflación.

Tenemos plena conciencia de que la clase política quiere forzar al Gobierno a oponerse a esta medida demagógica para anotarse una victoria política, pero como el Presidente de la Nación ha dicho en innumerables oportunidades, nosotros preferimos decir una verdad incómoda a una mentira confortable.

El proyecto sancionado este jueves por el Congreso con la anuencia de todos los partidos políticos es una estafa moral, un acto de demagogia populista y una irresponsabilidad fiscal; y por lo tanto será vetado por este Gobierno, el cual no tiene miedo de pagar los costos que hagan falta para sacar a este país de la decadencia en la que nos han sumergido.

Confiamos en que los que durante años se han amparado en el cambio no se presten al juego de quienes quieren destruir el programa económico del Gobierno.

Es tiempo de que la dirigencia política elija de qué lado quiere estar: del lado de los que queremos una Argentina distinta luego de décadas de fracaso, o del lado de los extorsionadores que utilizan la política para su propio beneficio personal.