Tras una semana que marcó como nunca antes durante la presidencia de Javier Milei las diferencias entre el presidente y su antecesor, y pese al respaldo de los legisladores del PRO en el Senado, Mauricio Macri apoyó el veto a la nueva ley de movilidad jubilatoria.

"Por el bienestar de nuestros jubilados y los nietos de los jubilados, apoyo el veto del presidente Milei", dijo el ex presidente en un posteo que publicó este viernes en su cuenta de X.

En el mismo envío, Macri apuntó contra los senadores que respaldaron el proyecto que aumenta los haberes e introduce cambios en la fórmula de movilidad: "La mayoría de los senadores que ahora expresan su preocupación por los ingresos de los jubilados son los mismos que se opusieron con vehemencia al cierre y venta de empresas del Estado deficitarias y llenas de corrupción. Hay que recordar, también, que esos mismos senadores fueron quienes aprobaron la apertura indiscriminada de universidades públicas, fuente de despilfarro, y fachadas para el clientelismo y una corrupción fenomenal. Fueron ellos los que aprobaron el déficit que empobreció a los argentinos. Ya no se puede discutir más la necesidad del equilibrio fiscal".

Todo esto a pesar de que los legisladores del PRO, el espacio que fundó hace 20 años en la Capital Federal y a cuya conducción regresó este año, votaron a favor de la medida.

Macri y Milei se reunieron este miércoles por la noche en Olivos, después de que la Cámara de Diputados rechazara el Decreto que le asignó 100.000 millones de pesos de fondos reservados a la Secretaría de Inteligencia.

"Él me dio las explicaciones. Y la verdad es que no me resultaron satisfactorias, siendo alguien que fue jefe de Estado y sabe de las necesidades en términos de inteligencia que tiene que enfrentar la Argentina. Están soslayando que la Argentina ha recibido dos atentados", dijo el Presidente. El DNU todavía sigue vigente, pero una mayoría en el Senado, como la que permitió aprobar la nueva fórmula de movilidad, podría derogarlo.

En cuanto a la ley de movilidad, Milei ratificó que el veto a la norma será "total". Y fue más allá al afirmar que su implementación "es la ruina del país", porque sume "en la pobreza e indigencia a los jóvenes y a nuestras futuras generaciones". Según estimaciones oficiales, esta recomposición tiene un costo fiscal de 370.000 millones de dólares.

"Esto se paga con pobreza, con menos crecimiento", advirtió el mandatario, a la vez que acusó a la oposición de querer "romper el Gobierno".