Benito Fernández estuvo como invitado al ciclo de Verónica Lozano y allí se sometió a una charla íntima donde habló sobre los problemas que transitó a causa de su salud mental. 

El diseñador habló  sobre su experiencia en la Clínica Avril, donde pasó un mes en tratamiento, y cómo llegó a ese punto después de enfrentar una oscuridad inesperada en su vida.

"Fue un pozo negro tremendo. Estuve internado un mes entre el Otamendi y la clínica Avril y venía de una oscuridad que nunca en mi vida pensé vivir", comenzó contando Benito. 

Luego recordó sus orígenes y la muerte de su padre y expresó: "Nunca me imaginé atravesar eso después de haber vivido cosas fuertes en mi familia: mi padre se suicidó y ver las enfermedades mentales... siempre le tuve miedo y nunca pensé que me iba a tocar a mí", señaló. 

Cuando expresó qué factores lo llevaron a decidir internarse recordó: "Arrancó en la pandemia y se fue agravando tanto en la parte económica como muchas cosas alrededor. Veía todo negro ya... No podía estar con mi nieto Fermín, que es lo que más quiero en el mundo. Me daba angustia estar con él", dijo sobre las señales que pudo ver. 

Además, reflexionó sobre la importancia de pedir ayuda: "El problema es que no pedí ayuda. El problema es que no creemos en el psicólogo, en el psiquiatra, en la medicación. Somos prejuiciosos con los cuerpos, imaginate con las cosas mentales. Encima no queres cargar a tus hijos. Pero sabía que no podía manejarlo solo", reconoció.

Para cerrar hizo un mea culpa sobre su conducta y observó: "Yo había dejado de tomar la medicación, lo que fue un grave error. Nunca se automediquen. Cuando estuve internado en el Otamendi me sacaron el celular, me aislé, estuve en terapia intermedia. La mente se me puso en blanco y me levantaba sin angustia, sin nada", cerró para Cortá por Lozano.