Los Caballeros de la Quema volvieron Obras después de 25 años: con sus éxitos, un homenaje a Maradona y un cover de Los Redondos
En una noche a pura nostalgia, la banda de Castelar hizo corear, saltar y emocionar a su público, que entre canción volvía por minutos al show de 1999, que se volvió álbum. Además, les regaló una interpretación hermosa de Vencedores vencidos, con un juego espectacular de guitarras entre Guerra y Mendez.
Pasaron 25 años para que Los Caballeros de la Quema vuelvan a pisar el escenario del Templo del Rock, pero todos esos años, pasadas las 21.10 cuando arrancó el show parecieron esfumarse. Ante un público eufórico por revivir aquella noche de 1999, la banda oriunda de Castelar no sólo cumplió con los éxitos que supo tocar en aquella época, sino que agregó los clásicos del nuevo siglo incluidos en Fulanos de Nadie, su último álbum de estudio.
La noche estuvo plagada de emociones, entre los espectadores se palpaba una entremezcla de emociones de volver a Obras Sanitarias, algo similar a lo que le pasó a la banda. Es que allí muchos de ellos supieron ver a más de una de las grandes bandas de rock nacional e internacional entre los '80 y '00. En una de sus primeras intervenciones, Iván Noble recordó que el precursor del Templo fue Luis Alberto Spinetta, quien se presentó en 1978 con Banda Spinetta.
Arrancaron con el clásico tango “Volver”, con esas raíces rioplatenses que acostumbran, y rápidamente encadenaron con “Huelga de princesas” y "Todos atrás y Dios de 9", que hicieron saltar a todo el público, recordando en parte lo que fue aquel show de 1999, en el que grabaron el álbum en vivo.
Tras tocar Patri, Iván Noble dijo: “Ya nos iremos dando cuenta quiénes son de la vieja guardia” e inmediatamente preguntó quiénes iban a ver a Los Caballeros a Arpegios y Cemento en los arranques de la banda a principios de los 90. En ese momento, se comenzaron a ver varias manos alzadas entre el campo, la platea y las populares. Tras la consulta popular, comenzaron a sonar los acordes de Casi nadie de Sangrando (1994), segundo álbum de estudio.
Se escucharon clásicos como Jodido noviembre, que días atrás Iván lo había adelantado en redes. También dieron lugar a unos un poco más antiguos, pero no menos conocidos como Pejerrey y No me despaches así. En medio de todos aquellos clásicos, los fans más grandes de Los Caballeros eran pura nostalgia. Abrazados y saltando entre amigos y familia, algunos incluso con hijos.
Entre las perlitas del show hubo un homenaje a Diego Armando Maradona. "Recuerdan qué estaban haciendo hace 38 años a esta hora", preguntó Iván Noble y más de uno se miró con el de al lado, otro cercano respondió que no existía, pero más de uno también asintió. En la pantalla se comenzó a ver el icónico gol a los ingleses en México '86, con el relato de Victor Hugo Morales y el recuerdo de volver de una guerra hacía pocos años, por lo que aquel espectáculo fue más que futbolístico. Claro que con el "genio, genio, genio... ta, ta, ta, gooooooool" gritó todo el estadio.
Casi en un guiño con la selección argentina, que tiene una linda anécdota con una carta particular, comenzó a cantar 4 de copas, que fue de una de las canciones más coreadas después de volver de la euforia de gritar el gol de Diego.
Otra de las perlitas fue la interpretación de "una banda no tan conocida", como presentó Iván Noble el cover de Vencedores Vencidos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Más de un distraído que se fue al baño volvió corriendo para saltar en Obras una canción ricotera.
Entre tema y tema, siempre hay tiempo de recordar al Gobierno de turno, con un público muy politizado. Al unísono de "La patria no se vende" saltaba y aplaudía, por lo menos en el campo, casi todo el público. Ante el cántico, Iván respondió: "Ni siquiera la venden, ahora la rifan".
Luego sonó Sapo de otro pozo, con un énfasis del público en los errores deliciosos que recuerda la canción, y con aquella sensación de que se estaba terminando el show. La recta final fue con Mientras haya luces de bar, Avanti morocha y Oxidado.
Cerca de las 23.30, después de poco más de 2 horas de show, Los Caballeros saludaron a "la monada", como llaman a su público, e Iván Noble contó que “El Nene” Cavo, baterista, tocó con un esguince. Por eso, la ovación fue toda para él en el cierre.