Con un respaldo del 96,4% de los votos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consolidó su posición como el candidato demócrata predilecto en las primarias celebradas el pasado sábado en Carolina del Sur. Con 81 años, el líder emerge como un contendiente sólido y enfocado en enfrentar a Donald Trump en las elecciones generales de noviembre.

Carolina del Sur, tradicionalmente un bastión republicano, se convirtió en un barómetro crucial para evaluar el apoyo de Biden entre los votantes afrodescendientes, una demografía determinante en su victoria sobre Trump hace cuatro años. Aunque se prevé que el estado permanezca bajo control republicano, el mandatario valora el respaldo de la comunidad afroamericana como un componente esencial de su estrategia electoral.

Durante las primarias, compitió simbólicamente con dos contrincantes: el congresista y empresario Dean Phillips, que obtuvo un modesto 1,6% de los votos, y la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson, con un 2%.

En el momento de conocerse los resultados, Biden se encontraba en un evento en California, al oeste de Estados Unidos. Desde allí, emitió un comunicado optimista: "Ahora, en 2024, el pueblo de Carolina del Sur ha hablado nuevamente, y no tengo dudas de que nos han colocado en el camino para ganar la presidencia y convertir a Donald Trump en un perdedor, una vez más."

Biden, resaltando la importancia de las elecciones de noviembre, instó a los estadounidenses a votar, advirtiendo sobre "voces extremas y peligrosas" lideradas por Trump. 

A pesar de algunas encuestas que indican una disminución del apoyo entre los votantes afroestadounidenses, especialmente entre los jóvenes, el presidente mantiene una ventaja sobre Trump o se encuentra en empate según otros sondeos.