Un grupo de especialistas denunció que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires modificó la metodología de medición para aumentar estadísticamente la cantidad de metros cuadrados de áreas de vegetación, lo que en la práctica implica contar como espacios verdes de la ciudad lugares que en realidad son espacios donde predomina el cemento y no los árboles o las flores.

La información oficial fue publicada el 28 de septiembre a través de la Dirección General de Estadística y Censo, bajo el título “Nueva Información sobre el estado de situación cuantitativo de los espacios verdes públicos”.

El objetivo de este trabajo es el de actualizar los últimos datos, que habían sido publicados en el 2021, apenas terminada la etapa más dura de la pandemia del coronavirus. Por eso, este último relevamiento contenía material estadístico del año 2019, año en que se realizó el cambio de metodología que permitió pasar de 1.871 a 2.063 hectáreas verdes.

La nueva contabilidad del terreno se detectó, según explicaron desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad, por el llamativo incremento: desde 2008 hasta 2018 sólo se agregaron 28 hectáreas de espacios verdes a la ciudad; pero de 2021 a 2023 agregaron 192 hectáreas.

De acuerdo al documento, que refuta los datos oficiales, el GCBA releva que desde 2021 a 2023, en solo dos años, el número de espacios verdes pasó de 3.647 a 4.863.

“Una lectura muy superficial de estos datos llevaría a concluir que la ciudad tiene 1.216 espacios verdes nuevos. En el sentido común de la ciudadanía, esto representaría que tenemos más de mil plazas nuevas, pero lamentablemente este no sería el caso”, afirman desde la ONG.

Desde el Observatorio puntualizan que de esos lugares "1.047 corresponden a canteros (341), veredas (80), derivadores de tránsito (660) y otros (26)". En ese rubro se cuentan cementerios, pasajes, canchas, paseos, patios porteños y borde costero.

“Estos sitios no son espacios verdes públicos, porque no cumplen con los requisitos para ser considerados legalmente en esa categoría por el Código Urbanístico, principalmente porque no permiten la posibilidad de un uso social (público) ni la posibilidad de caminar sobre ellos”, se consignó.

Jonatan Baldiviezo, uno de los firmantes del trabajo, añadió que “los nuevos espacios verdes serían 169, distribuidos en una reserva ecológica, siete parques, 28 plazas y 74 plazoletas".

“El GCBA los cuenta pero no cumplen los cuatro requisitos para ser considerados espacios verdes públicos: a) que sean parquizados o agrestes (no deben estar cementados); b) de acceso público gratuito (no deben estar privatizados); c) que tengan la superficie adecuada para permitir su uso social (recreación, esparcimiento, contemplación), y d) que su suelo sea absorbente, es decir, que permita que el agua de lluvia filtre libremente hacia las napas”.

En otro tramo, también se cuestiona que el Gobierno de Rodríguez Larreta haya considerado a la hora de hacer las mediciones un número menor de habitantes al establecido por el Censo 2022 para “inflar” el indicador de metros cuadrados por vecino.

"El jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta se había comprometido a incorporar 100 manzanas nuevas de espacio público verde o renovado, pero para llegar al 83% de cumplimiento que dice el informe oficial, se toman en cuenta canteros, derivadores de tránsito y veredas”, consignó Baldiviezo.

Por último, el dirigente vecinal cuestionó que “las dos principales reservas ecológicas (Costanera norte y Costanera sur) disminuyeron su superficie, cuando no debería permitirse, ya que están protegidas por ley y son intangibles".