Serían 30 las personas muertas y alrededor de 600 mil las que tuvieron que ser evacuadas debido a las fuertes lluvias torrenciales que azotan el norte de China, más precisamente en la provincia de Hebei, ubicada a unos kilómetros de Pekin.

Según informó la agencia AFP, el tifón Doksuri, que se convirtió en una tormenta tras golpear Filipinas, llegó a China en los últimos días y afectó gravemente al país al punto de que dejó los registros más severos de los últimos 140 años.

A su vez, Ma Jun, director de la ONG con sede en Beijing Instituto de Asuntos Públicos y Ambientales habló sobre los fenómenos que está padeciendo el país y aseguró que "está relacionado con el calentamiento global, y esto es lo que la mayoría de los científicos del clima de todo el mundo tienden a estar de acuerdo”.

De esta forma, el país asiático continúa teniendo un año sumamente complejo, ya que está siendo afectado por fenómenos meteorológicos extremos que van desde lluvias torrenciales hasta olas de calor.

A partir de lo comunicado por el ministerio chino de Gestión de Emergencias, se estima que, únicamente en el mes de julio, los desastres naturales han generado 142 muertes o desapariciones.