Shirley Jackson: cuentos y ensayos de una escritora memorable
La distribuidora Waldhuter tiene como novedad del mes a “Cuentos Escogidos” de Shirley Jackson de la editorial Minúscula, que contiene una selección de cuentos junto a tres conferencias. En diálogo con Filo.News, Valeria Bergalli, responsable de Minúscula, nos cuenta cómo fue el armado del libro y por qué la autora sigue estando presente en la actualidad.
“Cuentos Escogidos” de Shirley Jackson es la novedad del mes que, mediante la distribuidora Waldhuter, llegó al país y se podrá encontrar en las librerías. Este volumen presenta una selección de cuentos de la autora, entre los cuales se encuentra “La lotería”; un ícono en la historia de la literatura norteamericana.
También incluye tres conferencias de Jackson, una de las cuales está dedicada, precisamente, al escándalo que supuso la publicación de su relato más conocido.
En diálogo con Filo.News, Valeria Bergalli, editora de Minúscula, cuenta cómo fue el proceso de selección de los relatos: “Intentamos que fuera un volumen no demasiado extenso para animar a que, tanto los lectores que ya habían leído otras novelas de ella o a aquellos que nunca la leyeron, tengan ganas de descubrir los relatos”, explica Valeria Bergalli.
“Los ensayos complementan el volumen y muestran otra faceta de Shirley que habla de lo que para ella significa escribir, su escritura en sí, entre otras cosas”, destaca la editora de Minúscula.
¿Quién fue Shirley Jackson?
Shirley Jackson nació el 14 de diciembre de 1916, fue una cuentista y novelista estadounidense destacada por sus relatos en el género de terror. Escribió seis novelas, más de cien relatos, dos libros autobiográficos, además de varios ensayos.
Las novelas de la autora fueron: “La carretera a través de la pared” (1948); “Hangsaman” (1951); “El nido de pájaro” (1954); “El reloj del sol” (1958); “La Maldición de Hill House” (1959) y “Siempre hemos vivido en el castillo” (1962).
“Muchas escritoras y escritores están redescubriendo a Shirley Jackson, se ven atraídas por la ambigüedad de sus relatos, por el retrato de lo doméstico, también de lo cotidiano como claustrofóbico para las mujeres; ese es el ámbito terrorífico”, resume Bergalli.
A su vez, ella define a Shirley Jackson como una escritora de lo “inquietante y de la ambigüedad”, y además considera que es una escritora “casi inclasificable, con una prosa exquisita y extraordinaria”.
“Cuando comienzas a leer algo suyo, aparentemente puede resultar de que no pasa nada, pero percibís que están pasando muchas cosas extrañas que no sabes muy bien qué es”, describe Bergalli.
La obra de Jackson tuvo influencia en autores como Stephen King, quien resalta que “La maldición de Hill House” es su novela de terror preferida. En nuestro país, la escritora Mariana Enríquez se declaró fanática de Shirley y de su tipo de escritura.
Su cuento más famoso: “La lotería”
“La lotería” se clasifica como uno de los relatos más perturbadores que se hayan escrito nunca y un ícono en la historia de la literatura norteamericana que encendió polémicas al publicarse en la revista The New Yorker en 1947.
El cuento ocurre en un pequeño pueblo norteamericano, de aproximadamente 300 habitantes, en donde todos los 27 de junio se reúnen en la plaza para realizar la tradición de la lotería. Sin embargo, contiene un final inesperado e inquietante, que no pasará desapercibido para el lector e incluso será uno de los cuentos que más recordará en el resto de su vida.
La reacción ante la publicación del relato fue mayormente negativa, en uno de los ensayos que incluye “Cuentos escogidos”, la autora menciona cómo vivió las críticas de “La lotería”, sorprendida por todo lo que había generado. Incluso sus padres se mostraron a disgusto por su relato.
Para alguien que por primera vez se introduce en la obra de Jackson, “Cuentos escogidos” será una buena puerta de entrada. Allí, descubrirán las historias de: una mujer que pasa el día de su boda buscando frenéticamente a su futuro marido; también a otra que hace un extraño viaje nocturno en autobús; luego un librero que satisface, en apariencia, la inofensiva solicitud de un cliente, entre otras.