El presidente Alberto Fernández utilizó la cadena nacional para repudiar el fallo de la Corte Suprema que suspendió las elecciones en San Juan y Tucumán, a partir de presentaciones realizadas por la oposición.

"La Corte demostró una vez más que es capaz de adecuar sus decisiones a las necesidades políticas de la oposición y así, otra vez, ha dejado en evidencia su carácter antidemocrático y su profunda desatención al régimen federal que nos gobierna", aseveró el mandatario. También apuntó al presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, por su discurso de ayer en AmCham, donde cuestionó la "incontrolada" emisión monetaria. Mencionó menciones a Macri y Cristina Kirchner.

"No puedo soslayar que esta decisión afecta a dos provincias donde se proyectaba un triunfo del peronismo -señaló Fernández-. Tampoco dejar de observar que el fallo deviene inmediatamente después de que (Mauricio) Macri tratara de feudos a las provincias norteñas en la que su espacio político preveía una derrota".

"(La decisión) fue tomada después de tener durante largo tiempo la cuestión en estudio, arrogándose una competencia de dudosa legitimidad y cuando los órganos judiciales pertinentes de cada una de esas provincias habían avalado la legitimidad de los comicios", sumó.

Y subrayó: "En síntesis, las elecciones que fueron suspendidas dejan a la democracia como rehén de un grupo de jueces que no observa criterios de justicia y que cada día, a la luz de los que se ve en la investigación que lleva adelante la comisión de juicio político de la Cámara de Diputados, están más implicados en severas irregularidades administrativas y en maniobras que sirven a la actual oposición".

"Si el máximo tribunal del país no respeta la libertad de poderes, si avasalla compulsivamente al federalismo y la autonomía de las provincias, si va en contra uno de los derechos supremos del ciudadano en democracia, que es el voto popular, entonces la justicia de esta república se ha degradado", dijo. "El Poder Judicial tiene que entender que no puede manipular los tiempos electorales bajo el pretexto de preservar principios republicanos", sumó. E insistió: "No puede ser que sigan avasallando a los pueblos del interior de la patria preservando los intereses de sus amigos políticos o empresarios".

El presidente hizo énfasis en la necesidad de dejar que "cada provincia decida de qué manera lleva adelante" sus comicios. Y observó: "Evidentemente, los jueces que aceptaron ser designados por decreto por Mauricio Macri siguen respondiendo a sus órdenes".

"La degradación judicial debe concluir", sentenció el Jefe de Estado. Fue en ese sentido que se refirió a hechos judiciales que agitaron el enfrentamiento con el Gobierno, como el viaje de funcionarios judiciales Lago Escondido, el fallo que declaró inconstitucional la ley que reformó el Consejo de la Magistratura y la resolución que restituyó fondos coparticipables a la Ciudad de Buenos Aires.

"Se trata del mismo Poder Judicial que persigue en forma sistemática a la vicepresidenta con argumentos forzados, desentendiendo su derecho de defensa y dictando sentencias fundadas en relatos redactados en mesas judiciales", señaló el otro pasaje de su discurso.

Fernández dijo que la Corte "se ha convertido en el brazo opositor y de los grupos concentrados de poder de los grupos económicos y mediáticos" y apuntó contra el titular del máximo tribunal, Horacio Rosatti, por cuestionar la "incontrolada" emisión monetaria.

"No tiene autoridad, no tiene facultades, no tiene conocimientos para opinar sobre el rumbo de la política económica del Gobierno. Y si tanto interés tiene por el rumbo económico del país, debería pedir a los tribunales inferiores que agilicen todas las causas que tienen paradas sobre la investigación de la deuda que tomó Mauricio Macri sin ser tratada por el Congreso y que denunciamos ante el Poder Judicial, que nunca se dedicó a investigarlo", indicó.

Sobre el final de su alocución, pidió al Congreso que trate el proyecto de reforma judicial -"es una de las grandes deudas de nuestra democracia"- que redactó el oficialismo. "Es el único camino que tenemos para poner fin a este sistema en el que un puñado de jueces se erigen en seres todopoderosos".

Tenemos que conseguir las mayorías necesarias para llevarlo adelante. Necesitamos legisladores comprometidos a dar esta pelea contra el avasallamiento de la república", opinó.

"Podrán olvidar el federalismo y suspender una elección, pero jamás la voluntad popular. La democracia llegó a la Argentina hace 40 años, de una vez y para siempre", dijo directamente al máximo tribunal.

Y concluyó: "Es el momento de estar más unidos que nunca, de alzar nuestras voces en todo el país para unirnos en un grito unívoco en defensa de la democracia".