Damián Szifrón: “Somos como gorilas con traje o elefantes con vestido viviendo en situaciones cotidianas”
Después de casi una década, el notable director presenta “Misántropo”, su primer film para Hollywood y su reencuentro con el público argentino. En diálogo con Filo.News, nos cuenta: los homenajes a sus primeros acercamientos al cine; el reto de la película de “Los Simuladores” y la conexión de su nueva trama con “Relatos Salvajes”: aquello que nos humaniza y bestializa.
La madrugada de Año Nuevo Eleanor Falco (Shailene Woodley) está de servicio y se mueve arrastrada por la multitud que corre frenéticamente para huir de un edificio torre, donde un piso estalla con el impacto. La noche cuenta 29 víctimas. No hay patrón en común, ni rastro homicida. El asesino es anónimo. Una incógnita. A medida que se acerca a la vertiginosa escena del crimen filma en busca de alguna aparente pista. Sube entre 17 y 18 pisos. Los gases la marean y emergencias la asiste. Definitivamente no es la mejor presentación con el agente del FBI Geoffrey Lammark (Ben Mendelsohn) –el encargado de seguir el caso– que percibe la avidez pero a la vez la inexperiencia de la oficial a quien le pide retirarse.
Shailene Woodley en "Misántropo".
Minutos después ambos comparten espacio en la oficina de policía donde Lammark brinda una elaborada y precisa descripción de su asesino. La conmoción se empieza a manifestar en las voces que comentan por los pasillos y en la cocina: —Esta gente nace así, son pura maldad.
—La maldad es cortarle el ala a un pájaro sólo para ver qué pasa. Este tipo está aplastando mosquitos— contesta la oficial de bajo rango. Del otro lado de la puerta, Lammark quiere saber: — ¿Por qué dijiste eso de los mosquitos?
—No creo que este tipo esté buscando la destrucción, sino alivio— responde ella. Y la metáfora es clara: ningún depredador elimina esa clase de insectos, sólo quien se irrita por ellos.
"Misántropo".
Esta es tal vez una de las escenas más importantes de “Misántropo”, la primera película de Damián Szifrón para Hollywood, y aquella con la que vuelve a las salas de los cines argentinos y a conectarse con el público de sus raíces.
“El público argentino es EL público. Es el que yo conozco, con el que tengo una relación”, celebra en esta charla con Filo.News. Habla rápido y se detiene en cada pregunta, y aunque viene de una batahola de horas y horas consecutivas de notas, dedica y aprovecha el tiempo en sus respuestas.
“Ya son muchos años. Tengo 47, voy a cumplir 48; filmé poco no porque así lo quiera, siempre quiero filmar más pero las circunstancias hacen que tenga ese ritmo. Así que para mí es un placer enorme estar estrenando esta película acá y reconectándome con esa audiencia”, añade entusiasmado el cineasta que nos regaló cronológicamente “Los Simuladores” (2002- 2004), “El fondo del mar” (2003), “Tiempo de valientes” (2005), “Hermanos y detectives” (2006) y la nominada al Oscar, “Relatos Salvajes” (2014), que se convirtió en la película argentina más taquillera de la historia.
Y que en su esencia tiene una conexión íntima y sutil con el conflicto de “Misántropo”, mirada con la que el director coincide. Si repasamos la inolvidable presentación de aquella antología de episodios, le asignaba un animal a cada personaje –interpretado por un notable elenco de figuras integrado por Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas, Julieta Zylberberg, María Marull, Rita Cortese, Oscar Martínez, Darío Grandinetti, y más – dependiendo de sus características.
“Hay una serie de preguntas que están de fondo en la película y definitivamente en “Relatos Salvajes”, también. Aunque ninguno de los personajes llega al nivel de destrucción del personaje de esta película, que es una persona que sufrió mucho más, es un ser mucho más complejo”, aporta.
Damián Szifrón en diálogo con Filo.News.
En “Misántropo”, la premisa de Szifrón era clara: que la pulsión de su asesino no sea la cacería de sus víctimas sino que él es el animal enjaulado. Como bien dice el guión a través de la destacada interpretación de Mendelsohn como Lammark: “no culpa a la naturaleza sino a la cultura”. Así, del mismo modo que lo generó con “Relatos Salvajes”, el cineasta plantea al ecosistema –capitalista y por ende clasista– como el verdadero hábitat hostil donde atacan, huyen e intentan sobrevivir. Mientras que a la vez logra un clima en el que te va sumergiendo cada vez más: donde la sala de cine queda permanentemente a oscuras y no desviás la mirada de la pantalla.
"La gran pregunta es para qué vivimos como vivimos, y hacemos lo que hacemos. Esa presión, exigencia, y nivel de competitividad en el que estamos sometidos, se nota en la película y reflejaba las razones detrás de estos homicidios", Damián Szifrón.
Además del identikit del asesino, lo primero que Szifrón pensó fue el título de su thriller, que a su vez le atribuye la raza a su personaje: por definición, “misántropo” es alguien que detesta la especie humana y/o sus comportamientos. Sin embargo, la batalla por el nombre del film fue una de las que no pudo ganar. Por el contrario, no se lo respetaron y lo cambiaron por el cliché “To Catch a Killer”. De modo que paradójicamente el original efectivamente terminó siendo el que lleva en español pese a que en los afiches figure el inglés por ser el idioma en el que está hablada.
La posibilidad de filmar en el star-system le brindó la oportunidad de crear su versión del género, delimitado por reconocidas referencias como “Seven” (“Pecados Capitales”) y “Zodiaco”, ambas de David Fincher, y más modernas como “Prisoners” (“La sospecha”) de Denis Villeneuve. Pero con el plus de homenajear a aquellas películas que lo marcaron desde su infancia como la filmografía de Hitchcock, de Sylvester Stallone (a quien también le dedica guiños en “Los Simuladores”) a “Terminator” de James Cameron y a “Tiburón” de Steven Spielberg.
* “Misántropo” es una película que tiene mucho de vos como este guiño a “Tiburón”, que te conecta con tus primeros acercamientos al cine. ¿Qué tenía que tener esta película?
Por ahí te referís al comentario que hay en la película pero hay una relación más profunda entre el tipo de amenaza que, referencia de alguna forma a “Tiburón” porque se inscribe dentro de un género que algunos guionistas llaman ‘monstruo en la casa’: donde los personajes tienen que detener a ese monstruo. El libro que establece ese concepto es Save the cat, bastante interesante. Allí describen que este es un tipo de relato que es popular y fácil de comprender porque todos entendemos si nuestros seres queridos están siendo amenazados por algo.
Siguiendo esta definición: en “Tiburón”, éste sería el monstruo y el mar, la casa. Pero “Terminator” está también dentro de ese género. En el caso de “Misántropo” tenemos una amenaza hostil, con la que no se puede negociar, no se puede parar, que no muestra la cara, que está súper entrenada, y es invisible, que los protagonistas de este relato tienen que detener.
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El 17 de mayo del 2014, Szifrón estrenaba “Relatos Salvajes” en el Festival de Cine de Cannes, donde este año formará parte del jurado de la 76° edición que comienza el próximo martes 16, donde se presentarán esperados títulos como "Extraña forma de vida" de Pedro Almodóvar (quien produjo la mencionada película argentina con su estudio El Deseo), "Los asesinos de la luna de las flores" de Martin Scorsese, "Asteroid City" de Wes Anderson y entre muchas más.
"Relatos Salvajes" en el Festival de Cannes, mayo 2014.
* Hace casi diez años estrenabas “Relatos Salvajes”. Hay una búsqueda casi filosófica en vos como cineasta de seguir los males de la humanidad y la liberación de esta especie, recién también hablábamos de “Tiburón”, que somos los humanos. ¿De qué deseo partió la creación de “Misántropo”?
Una pregunta filosófica, compleja. Somos seres humanos y tenemos diferencias con el resto de los animales pero al mismo tiempo tenemos muchas cosas en común. De pronto se me viene la imagen de que somos gorilas con traje o elefantes con vestido, viviendo en situaciones cotidianas que algunas no nos hacen sentir tan cómodos. Y la gran pregunta es para qué: para qué vivimos como vivimos, y por qué hacemos lo que hacemos, por qué se nos va tanto el tiempo en cosas que no nos interesan, y a quién beneficia que pasemos ese tiempo en cosas que no nos interesan. Son una serie de preguntas que están de fondo en la película y definitivamente en “Relatos Salvajes”, también. Me parece que en ‘Relatos Salvajes’ ninguno de los personajes llega al nivel de destrucción del personaje de esta película, que es una persona que sufrió mucho más, es un ser mucho más complejo.
Me parece que esa presión, exigencia, y nivel de competitividad en el que estamos sometidos, se nota en la película no sólo por las razones del villano/homicida sino por lo que uno ve dentro de una institución, en este caso del FBI. Me resultaba tan importante como el thriller, la “cacería” o la identificación y captura de este asesino en masa, todas las distracciones a las que tienen que someterse los protagonistas de la película por la estupidez de sus jefes, por la arrogancia, la avaricia, por la necesidad de mostrar “progreso a un público” real o imaginario, independientemente de que ese progreso sea verdadero o no, hay que mostrar logros para mantener la cosa en movimiento. Todo eso los va desviando de la investigación, eso genera desesperación y hasta que al investigador líder lo saquen del caso. Me parece que esa conflictiva reflejaba las razones detrás de estos homicidios.
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El mismo Szifrón sabe que no todas las batallas se ganan, y además le dedica varias líneas a este conflicto en la película. En el helicóptero y en el auto: cuando Eleanor le reprocha a Lammark que no enfrenta a sus superiores por temor, pero él le responde que hay que elegir qué peleas tomar y cuales no sólo por elegir permanecer dentro de la institución para cambiar las cosas desde adentro. Otra, es al final (nos reservamos el spoiler), donde la oficial negocia antes de firmar.
Ben Mendelsohn en "Misántropo".
Al director le pasó algo parecido en su experiencia de rodaje. El título es un ejemplo pero hubo otras discusiones respecto de la trama que podrían haber cambiado el curso del proyecto, como pasó con “El hombre nuclear” y por eso no se hizo. Por este motivo, fue clave la inclusión de la productora Filmnation Entertainment, que respetó el guión al 100% y por su estructura independiente entendió y compartió las intenciones de Szifrón: las mismas que le dan a una película hecha a imagen y modelo estadounidense, la sensibilidad latina consciente de que el planeta está en peligro, de que el devorarse los unos a los otros sucede por ante la voracidad de un contexto feroz. Por eso su película es un acierto, junto a la coordinación actoral que como resultado dejó notables interpretaciones que llevan adelante la acción del relato: Mendelsohn en un personaje que se hace querer y un trabajo novedoso para la protagonista Shailene, luego de haberla visto en roles más juveniles como “Bajo la misma estrella” y la saga “Divergente”.
* Estuviste un gran tiempo escribiendo proyectos, ¿tenés el sueño de concretar algunos? ¿cuál podés contar?
Muchos. Yo soy autor y director, y escribo mucho más de lo que dirijo, me encantaría dirigir más. Después hay coyunturas que lo permiten y otras que no. Tengo varios proyectos en carpeta. Ahora concretamente se viene la película de “Los Simuladores”, que es la próxima que voy a filmar y la que actualmente estoy escribiendo.
* Vas a cumplir el sueño de las argentinas y los argentinos…
Y es propio también, y el de mis compañeros y socios en este proyecto que son los cuatro actores: Federico D’Elía, Alejandro Fiore, Diego Peretti y Martín Seefeld (quienes lo acompañaron presentes en la premiere de “Misántropo”).
Creo que es una película muy deseada y muy difícil: reabrir un universo que además es querido y parte de la infancia de mucha gente, y hasta de gente nueva que lo vio y ni había nacido cuando se estrenó la serie original. Así que espero que la hagamos con las mejores ideas y seguro, con las mejores intenciones. Estoy contento con el guión que se está dejando ver, y con la aventura que vamos a proponer. Espero que pronto podamos estar dando un poco más de información sobre esto.
Damián Szifrón estrena “Misántropo”, su thriller protagonizado por Shailene Woodley y Ben Mendelsohn, con el trabajo en fotografía de Javier Juliá (“Argentina, 1985”) y disponible en múltiples salas de los cines argentinos.