Dentro del caos de la masividad en pleno corazón de Palermo, Rosario Ortega se prepara para la entrevista en el subsuelo de uno de los edificios de la calle Cabrera. De bajo perfil, como si fuese camuflada, forma parte de una de las familias más conocidas del país y canta junto a una de las icónicas figuras del rock nacional. Pero ella tiene su propia huella.
“Mi apellido no representa más que eso, el tema es qué representa para los demás”, asegura, en diálogo con este medio. Desde muy chiquita creció escuchando cantar a sus hermano Emanuel, y también a su papá. Luego, en la adolescencia, comenzó a escuchar algunas de esas bandas pop con éxito de ese momento.
Es por eso que, cuando tenía 19, comenzó a tomar clases de canto, con el objetivo de encontrar su “color”. “A mi me pasó eso de tratar de parecerse a alguien. Cuando escuchás a Aretha Flanklin tratás de romper la voz como ella. Hoy creo que encontré mi voz y mi color”.
A los 26 conoció a Charly García, gracias a su papá. Recientemente, festejaron juntos sus 68 años. “Es un cumple más, ya llevo festejando como tres cumples. Siempre es lindo, es como un show más, solamente para un grupito muy reducido de personas, algo íntimo y lindo. Estaba Pedro Aznar, Juanse, se dio lindo”, confiesa.
Aun así, contó que fue víctimas de prejuicios: “Cuando empecé a cantar con él era un poco la típica de ‘y si está ahí porque…’. Pero con todo pasa, hasta que te ganás tu lugar… muchas veces una chica aparece en una película porque su papá es director pero eso no quiere decir que lo hagas bien, ni que lo hagas mal”. Luego, continúa: “Ya me di cuenta lo que mi familia significa para mi, para los demás, para todo, no me genera nada. Ya está naturalizado”.
En la actualidad trabaja como corista de Charly, con todo lo que eso implica: desde el acompañamiento en cada recital, hasta los aprendizajes constantes a su lado. “Con él se dio todo, se dio el tiempo, el lugar, la suerte, que le gustó lo que yo hacía”, revela.
“Yo creo que él da ejemplos con sus acciones. A veces da ejemplos malos, esos se muy bien cuáles son. Pero más que nada esos de la autenticidad”, revela. Es que Charly no busca la fórmula de las coristas lejanas arriba del escenario: por el contrario, Rosario cuenta que sabe el nombre de todas las chicas que cantaron con él, y que ellas también hacen canciones individualmente. “Te enseña todo, ya lo escuchás y te enseña”, agrega.
Es por eso que asegura que cantar con él implica un “crecimiento, un orgullo, un agradecimiento constante”: “Trabajar con él me cambió en el sentido de cantar otros estilos y ampliar mi mundo musical, a la hora de interpretar. Te saca de tu lugar cómodo”.
Cantar con Charly no solo es un desafío a nivel personal, sino también en un plano político. Así lo entiende ella, quien confiesa: “Es importante para mi que haya una mujer y más joven en ese mundo rockero”. Tal es así como, durante algunos de los shows, aprovechó para alzar el pañuelo verde arriba del escenario, en representación de la lucha feminista.
“Él está de acuerdo con el feminismo porque es una causa noble pero bueno, le cuesta un poco entenderlo, me parece que es obvio que le va a costar”, reconoce y añade: “Somos muchas mujeres visibles, pero todavía falta. Ni siquiera estamos cerca de ser la mitad de los que son los hombres, pero igual veo que vamos en un buen camino”.
Ella se considera feminista, aunque no cree en la “superioridad de ningún sexo”. Cree en la igualdad del hombre y la mujer, en pararse arriba del escenario a la misma par de Charly a la par, un “grande” del rock nacional: “Él viene de una época donde el rock era machista; hoy un poco lo sigue siendo, pero en ese momento nadie se lo cuestionaba. Hoy ven las manifestaciones y no entienden mucho, por eso está bueno que haya alguien ahí para mostrar eso”.
Hoy Rosario tiene 34 años, y presentó hace algunos días su nuevo single “Como quieras”, que cuenta con más de 118 mil visualizaciones en Youtube. “La canción salió en una zapada, con mi novio que también es músico. La letra fue mutando; lo primero que encontré así clave fue ‘contalo como quieras’, y ahí se creó el universo”.
Con sus 69 mil seguidores en Instagram, confiesa que el éxito tiene que ser “genuino” o no es: “Para mi, los chicos adolescentes que por ahí están tratando de iniciarse en la música yo digo hagan sus canciones, si querés hacer un cover hace lo que te guste pero no hay que darle mucha bola a lo que busca la gente de vos, porque sino vas a estar esclavizado a lo que el otro espera. Es mucho más lindo que la gente cante tu canción”, aconseja.
“Me parece que la música en si trae alguna data de palabras, del aire que tiene el tema; no hay una manera, es algo que te está pasando obviamente, sabés muy bien lo que queres decir”, explica. Y ella sabe muy bien lo que quiere: seguir haciendo más y más música, y demostrar que, por fuera de ese subsuelo de Palermo, ella es una de las grandes promesas de la escena.