Si hablamos de cantantes drag en Argentina, no podemos dejar de nombrar a La Queen. Le artista no binarie de 22 años defiende y lleva con orgullo la cultura emergente del Fuerte Apache, donde vive. “Se que estoy acá para demostrarle a todes que valen, por el simple hecho de ser y punto”, confiesa.
Fue una de las grandes estrellas de la edición del año pasado de Buenos Aires Trap, debutó en el teatro junto a Osvaldo Laport en "Burlesque baile show", cantó en la última Marcha del Orgullo, y es la primera cantante drag nominada a los Premios Gardel, que se celebrarán en septiembre, en la categoría “Mejor colaboración de música urbana / trap”.
“Me enteré de la noticia porque me mandó mensaje mi manager Gonzalo Rocca, pero al principio no lo creía. Toda mi vida me dijeron que no iba a llegar a ningún lado. Cuando caí en la nominación, fue el mismo llanto que cuando conocí el mar en Mar del Plata este año. Fue la misma sensación. Ahí entré en llanto mal, es algo que no lo podía creer”.
Walter fue adoptado por sus padres, y vivió toda su vida en ese lugar. Su mamá trabajaba todo el día como auxiliar de portería en una escuela del barrio y como cuidadora de una persona mayor: “Yo me crié en un lugar donde ella venía a casa a la noche, me daba de comer y se ponía a tomar mate. Yo al principio no lo entendía, ella me decía que no tenía hambre, y de grande entendí que en realidad no había otro plato, no había plata para comer”, recuerda.
Conoció sus primeras melodías gracias a su papá, quien era cantante y le decían “Gardel”. Fue a los 14 años cuando empezó a involucrarse a la música como un camino profesional; encerrado en su cuarto con su computadora, Walter comenzó a soñar y a componer las primeras letras. El motivo: el hambre, en todos los sentidos: “Ya no aguantaba más. En lo económico, acá en casa, necesitábamos pagar las cuentas, comer, y tampoco podía más conmigo”.
Así nació La Queen a principios del año pasado. Fue un camino de ida: su estilo no tardó en llamar la atención y deslumbrar a miles de usuarios. Empezó a hacer videos en redes sociales, donde usaba pelucas como pañuelos: “A mi no me paraba nada, yo lo que quería lo conseguía, sea como sea. Yo no tenía la plata para comprarme maquillaje, la ropa, porque ser una drag es cara”, afirma. Hasta la fecha, tiene más de 114 mil seguidores en Instagram, y más de 25 mil suscriptores en Youtube.
La primera vez que salió al barrio montada fue con la grabación del tema “Lo veo lo quiero”, que se realizó en frente de tres escuelas primarias: “Acá la tomaron muy bien. Justo cuando estábamos grabando suena la campana, se llena de gente la calle. Me acuerdo que venían nenitos y nenitas a saludarme, y me decían ‘ay te amo’, ‘me encanta lo que haces’, ‘gracias por representar al barrio así’, ‘me encanta que se muestre esta parte del barrio, el arte, la cultura, es algo hermoso’. Esa vez sentí ese coraje, ese valor. Que me digan algo así, significa que estoy moviendo las estructuras”.
Fue así como lanzó su disco “Re fuerte” (2019), que incluye colaboraciones con Color y Emanero. “Lo que quería con La Queen era representar a la diversidad, al colectivo LGBTQI+, ser una ícona gay, así de simple te lo digo. Se puede mezclar el arte drag en el país y en la música, yo quería hacer eso y lo logré”.
¿Por qué eligió el trap? “Yo me hice dos preguntas en mi mente: ¿qué hace falta en la industria musical argentina? y ¿qué es lo que está de moda en la industria en general? una drag queen en la música profesional que haga trap. Empecé con eso”, explica. De todas formas, no se encasilla: “Siempre digo que hago trapeton, una mezcla de pop, reggaeton, trap. No me gusta encasillarme en la vida, me gusta ser yo, ser libre, quien soy. Un día La Queen te puede sacar una cumbia, al otro día un pop. No me siento de un lado o del otro, yo soy una persona que voy viajando de acá para allá, mi propia definición. Con mi música es lo mismo”.
Durante el confinamiento, según pudimos ver en sus redes, impulsó el challenge #HistoriasConMakeUp, donde se produce y se maquilla mientras cuenta una historia, ya sea la salida del clóset, su historia de adopción, anécdotas y mucho más, que no tardaron en convertirse en éxitos.
“Difundir por las redes para mi es lo más importante, hoy para mi todo pasa por ahí, es lo que te da laburo. A mi las redes me consiguieron la carrera artística básicamente. Apoyar siempre, difundir siempre, lo que se necesite”, asegura. “La cuarentena me ayudó a encontrarme musicalmente. Hice más de 100 canciones, una locura”, confiesa.
La Queen lanzó su segundo tema "Lo veo lo quiero" en abril del año pasado, el mismo mes en que Nicki Nicole lanzaba “Wapo Tracketero”. “Con ella somos como hermanas”, dice entre risas y resalta: “Pero ¿viste cómo cuesta ser drag en el mundo del trap? empezamos las dos en el mismo lugar pero una tiene más difusión que la otra. Yo la amo a Nicki pero soy parte de una minoría”, reclama.
“Yo necesitaba una drag queen que haga música profesional, que sea bien comercial, que cuando digan Lali, Tini, Cazzu, también digan el nombre de una artista drag queen que represente a la diversidad”, explica y destaca: “El arte drag queen en nuestro país es increíble, es crear un personaje, darle vida, es algo completamente mágico. Siento que nos están escuchando, me pone muy feliz y muy orgullosa, me pone la piel de gallina cada vez que hablo de esto”.