A pocos días de estrenarse Desde el fin del mundo, Duki protagonizó una conferencia de prensa en la que dio algunos detalles acerca del proceso de producción y creación de su segundo álbum.
Este álbum tuvo la particularidad de que, además de sonar como una obra en su conjunto, permitió escuchar a un Duki en sonidos distintos al trap con el que nos acostumbró: mientras que en "Sudor y Trabajo" y "Valentino" Duki rapea sobre un drill, en "Malbec" lo escuchamos sobre unas flautas orgánicas. Y así, con todos.
Así lo explica él: "Yo, como todos sabrán, vengo del freestyle, de rapear, de las batallas. Todos los raperos tenemos un problema, que es que siempre que hay un bombo y una caja queremos caer rítmicamente: siempre estamos forzando la rima; cuantas más rimas seguidas podamos meter más nos gusta. Eso me encerraba un poco".
"A mí siempre me gustó mucho la música en general, pero el rock fue lo que más me marcó. Hablando con Yesan, le dije que necesitaba hacer algo distinto y salir de la monotonía de los beats de trap y, bueno, Yesan es un guitarrista de la hostia y ya desde el primer día en Miami, empezamos con 'Chico Estrella' arrancando en base a la guitarra", continuó.
Fue una complementación de sonidos analógicos con sonidos digitales, más futuristas.
"Trato de nunca encerrarme en algo. Cuando tomo la decisión de hacer un disco, sé lo que va a venir. No sé dónde va a terminar, pero sé lo que va a venir", sentencia sobre su forma de encarar sus proyectos, mientras se nutre de nuevas melodías ("adquiriendo poderes", dice él).
Consultado por Sofía Carmona, quien condujo el encuentro, Duki confesó haber mejorado técnicamente en todo lo que implicó la mezcla y el mastering de la obra: "Para este disco mejoré mucho mi oído y aprendí muchos más tecnicismos. Creo que fue la primera vez que me tomé el trabajo más responsablemente. Generalmente me divierto, voy, hago mi tema y ya está. Para esto estuve mucho más comprometido".
A pesar de esa profesionalización -la cual era solamente cuestión de tiempo para que llegue-, todavía sigue iniciando sus temas a través del freestyle; de esa improvisación que tan conocido lo hizo en 2016 y 2017. "Al segundo día se empezó a llover y se caía el cielo en Miami. Yo estaba triste porque estaba del otro lado de la ventana mirando la pileta y diciendo: 'No te puedo creer que no me puedo meter'. Llovía y, mientras, los pibes estaban tocando y yo empecé: 'Afuera llueve y parece que no va a parar'", detalló Duki sobre la creación de "Cascada".
Los featurings, por su parte, fueron una parte clave del álbum. Sin embargo, Duki no los planea. Salen de la nada y desde el respeto más solemne de todos. Duki no busca pull ups, busca hacer temas con gente talentosa de cualquier género.
"Si escucho una canción y me gusta, me lo pide el cuerpo: le hablo a la persona y le digo: 'Ey, cabrón, quiero sumarme al tema' o le digo: 'Ey, te re imagino acá, quiero que te subas a esta canción'", agrega él.
Respondiendo a una pregunta introspectiva de manera graciosa, Duki esquiva una de las preguntas que más se repiten en sus entrevistas: ¿Qué le preguntarías al Duki que está a punto de sacar "No Vendo Trap"?
"A ese Duki, la verdad, no le diría nada porque podría cambiar el rumbo de las cosas. Estoy en un momento increíble, me encanta cómo sucedió todo y no cambiaría absolutamente nada", dice. "La verdad, si estuviera ahí, desaparecería lo más rápido posible para no romper la línea espacio-tiempo".