‘“... Estoy cantando este blues

Porque quiero sentir

Tal vez no quieras oír

Pero es muy tarde para regresar…”

Una de las juntadas rutinarias en el estudio junto a su productor, Leandro Becker. Una melodía en el piano, que abre la puerta a un mundo de sensaciones, de emociones. Esbozar las primeras letras mientras suena la música. Ser un todo conectado que fluye. “Ese día canté la primera estrofa y el estribillo, y es lo que escuchan ahora”, cuenta Cande Bulla a Filo.News y sigue: “Eso es muy importante porque así tenía que ser. Yo estaba en un humor y como en una energía muy especial”.

Estamos hablando de “Océano”, el tercer single de la artista. La canción se llama así, según confiesa, porque desde chica ella siempre creyó que es en el fondo del océano dónde se guardan todos los recuerdos que ya no son parte de nuestro presente.

“Para mi esta canción no es triste ni esta enojada ni es desgarradora, es como una ‘parte C’ de todos esos sentimientos que uno siente cuando deja algo atrás. Siento que es como cuando te vas de viaje, emprendés un nuevo camino, sin estar enojada ni enemistada con ninguno de tus recuerdos ni relaciones anteriores, solo seguís adelante”, confiesa.

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En su casa se escuchaba toda música en inglés: soul, gospel, jazz, R&B; artistas como Aretha Franklin, Amy Winehouse, Joss Stone o Ray Charles. Encontró en la música su lugar desde que era muy pequeña: “Me acuerdo que cuando era chica no era muy sociable yo, más que nada la primaria. Para mí la música es como una compañía completamente, me podía pasar horas encerrada en mi cuarto aprendiendo canciones, creo que ya desde ahí formé un vínculo muy especial”.

“Siempre me fascinó el color de voz de las cantantes de soul. El groove, el ritmo, la naturalidad y crecí aprendiendo de ella. Hasta el día de hoy yo escucho esos géneros, son como mi lugar de descanso, ahí está la cuna de mi música y mis pilares. En mis composiciones salen a la luz esas influencias. Creo que hay mucho para explotar de esta música en Argentina que quizá no tienen tanta visibilidad porque no están de moda, pero siempre hay público para todo”, agrega.

Así fue como se inscribió en comedia musical a los 13 años, y dos años después empezó a estudiar canto profesional y lírico. Sus primeros covers fueron en inglés, de temas como “Bad Guy” de Billie Eilish, “Love on the Brain” de Rihanna, o “Creep” de Radiohead. 

Hace algunos años se animó a escribir sus propias letras: “Me encanta cantar canciones de otros, pero la verdad que crear tu propia canción, componer una historia, es magia. El proceso de sacar de adentro tuyo algo que va para todo el mundo y que se transmite a través de la música que es un lenguaje universal, es una catarsis, como si ya fueran parte de algo más grande”, reflexiona.

La actuación es otra de sus grandes pasiones. Hace 3 años que comenzó a estudiarlo profesionalmente en una academia: “No me considero solo cantante, sino que mi actriz aporta un montón al proceso de composición y también a los shows en vivo, creo que incluso esa dualidad es lo que me identifica y lo que más me gusta de mi artista, me encanta jugar con esas dos facetas”, dice. De hecho, luego de la cuarentena tomó clases de teatro que fueron “como una catarsis, un refugio”.

Tiene un amplio currículum en su haber: fue becada al 100% en el Congreso de Comedias Musicales y Óperas Rock de Buenos Aires, participó como imitadora de Amy Winehouse en varias oportunidades en el programa de Guido Kaczka por Canal 13. También participó de la serie musical “GO! Vive a tu manera” por Netflix, que sigue la historia de una joven que consigue una beca para estudiar en la Academia Saint Mary. Ella lo recuerda como “una experiencia increíble”.

“Extraño mucho actuar. Ahora me inclinaría más por hacer una obra de teatro, porque extraño mucho el vivo. Me encantaría hacer cosas de época, leo muchos libros y veo series de eso y me resulta muy rico experimentar personajes que están fuera del contexto, tiempo y lugar que estamos ahora”, confiesa.

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Cande se encuentra en México, donde aprovecha para producir sus nuevas canciones, a otrxs artistas, como también disfrutar del paisaje, conocer y enriquecerse de nuevas culturas: “Creo que va a ser cuando tenga que ser, cada cosa tiene su momento. Soy muy de ponerle mi impronta a todo lo que hago. Soy muy de dedicarme tiempo a inspirarme, entonces estoy en ese proceso de inspiración, estoy componiendo también. Estoy en un proceso de introspección, disfrutándolo mucho, de conocer y conocerme”, revela.

Su primera composición fue “Everytime”, donde se sincera con sus sentimientos hacia sí misma y hacia la otra persona; le sigue “Dirty”, donde canta sobre una situación o relación que ya llegó a su límite y al cansancio; y finalmente “Océano”, su primera canción en español que “nació desde la emoción” y donde se anima a soltar. El fin de un circuito, de una historia contada paso a paso. 

“Todas las cosas que llegan a un final dejan enseñanzas, lecciones y recuerdos, son parte de nuestra vida. Y ‘Océano’ creo que es un tesoro para esos recuerdos. Habla de libertad, de encontrarse con uno mismo y principalmente de renacer”, analiza. 

"El tema habla de libertad, de encontrarse con uno mismo y principalmente de renacer”, dice la cantante.

Este mensaje llega en medio de una cuarentena, el momento donde el mundo se detuvo por un par de meses y donde pudimos encontrarnos con nosotres mismes. Al menos así lo vivió Cande: “Tuve mucho tiempo para plantearme un montón de cosas, bastantes personales y encuentro de calidad con uno mismo. Uno empieza a cuestionar cosas. Creo que si paramos un poco como en la cuarentena te das cuenta de que todo el tiempo estás haciendo mini duelos y que el cuerpo expresa emociones, y a veces afloran cuando uno está encerrado. Por eso creo que yo termine de componer esta canción en cuarentena, hubo muchos recuerdos que abrazaron, que son parte de mi y de saber que lo mejor está por venir”.

“Y hoy te suelto para no volver a verte

Te guardo para tenerte en mi mente 

Me tomo para no perderme a mi

No es por vos 

Es por mi”